Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro

Capítulo 11: La pertinencia territorial como eje de transformación: Hacia una Nueva Educación Pública desde un modelo Socio Comunitario 223 Fortalecer los liderazgos intermedios Un elemento central en esta discusión es el rol que han jugado -yquepueden jugar- los equipos directivos y técnicos de los establecimientos escolares en la consolidaci n de la NEP. La evidencia recogida por el Consejo de Evaluación (2022, 2023) muestra que los liderazgos intermedios han sido los más impactados por la transición institucional, ya que han debido sostener la continuidad pedagógica y administrativa en medio de la incertidumbre estructural. Los directores y directoras han enfrentado demandas contradictorias: se les exige adaptarse a un nuevo sistema, articular con el SLEP, mantener los resultados de aprendizaje y responder a las expectativas de sus comunidades escolares, todo esto sin acompañamiento suficiente, con escasa participación en las decisiones estratégicas y con estructuras nuevas que, muchas veces, no comprenden. Los equipos directivos de los establecimientos han sostenido el sistema en medio de la incertidumbre, a menudo sin contar con lineamientos claros ni apoyo técnico suficiente, lo cual ha generado desmotivación, sobrecarga y en algunos casos, una postura defensiva frente al proceso de cambio (Consejo Evaluador, 2024). Pero también ha visibilizado el enorme potencial de los liderazgos intermedios como puentes entre el Estado y el territorio. Si se generan condiciones adecuadas, los equipos directivos pueden convertirse en agentes articuladores de la política educativa, movilizando redes locales, construyendo sentido colectivo y adaptando las orientaciones generales a las particularidades de cada escuela, por lo que se requiere fortalecer el rol de los liderazgos intermedios, dotándolos de formación, recursos y espacios reales de participación en la gobernanza del sistema(Consejo Evaluador, 2024). Desde la perspectiva del liderazgo adaptativo (Heifetz y Laurie, 1997), estos desafíos requieren un tipo de conducción que no se basa en la autoridad formal ni en la aplicaci n de soluciones técnicas, sino en la capacidad de generar procesos de aprendizaje institucional, de Propuestas para llevar a la práctica la participación vinculante y significativa bajo el marco de la ley N° 21.040 sostener conversaciones difíciles, de construir confianza y de redefinir colectivamente los problemas. Es decir, una conducci n sensible al entorno, capaz de navegar la complejidad y de activar recursos internos en condiciones de incertidumbre. La NEP, tal como está diseñada, ofrece un marco normativo que reconoce la importancia de estos liderazgos, pero no ha desarrollado una política de fortalecimiento sistemático de sus capacidades. La falta de formación en liderazgo adaptativo, la inexistencia de redes de apoyo entre pares, la escasa participación en la toma de decisiones y la desarticulación entre el SLEP y los equipos escolares limitan gravemente el potencial transformador de los liderazgos intermedios. Se propone un trabajo sistemático de desarrollo del liderazgo en los niveles directivos e intermedios, con el fin de fortalecer los roles de quienes dirigen equipos, tales como la capacidad construir ambientes de trabajo confiables, la generación de visiones inspiradoras y significativas, la capacidad de ejecución de las estrategias y presupuestos anuales, y el desarrollo de habilidades de coaching y retroalimentación para el mejor desempeño de los integrantes de las comunidades escolares. Ello permite nuevos hábitos de trabajo en torno a un mismo lenguaje respecto del liderazgo educativo esperado. Creación de Consejos Locales de Educación con capacidad de decisión. La distancia entre lo prescrito en la normativa y lo vivido en los territorios ha generado una percepción generalizada de que la NEP es una “buena idea mal implementada”. Esta percepción, lejos de ser anecdótica, refleja una tensión estructural entre el ideal normativo -participación, descentralización, pertinencia- y la rigidez de los marcos institucionales que la sostienen.