Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro
Capítulo 11: La pertinencia territorial como eje de transformación: Hacia una Nueva Educación Pública desde un modelo Socio Comunitario 221 Existe evidencia de que el diseño de políticas y prácticas públicas debe poder adaptarse a las características únicas de cada contexto (Martínez y Perales, 2019). Para ello, es fundamental poder mantener grados de flexibilidad y adaptabilidad de las políticas educativas, algo que se conoce como pertinencia territorial (Bardhan, 2002). Por otra parte, en materia de implementaci n, es un hecho que un cambio de la magnitud deseado por la nueva Ley, ha enfrentado barreras estructurales, como faltas de recursos y capacidades técnicas, además de la ausencia de mecanismos institucionales vinculantes (Consejo Evaluador, 2021). Igualmente, ha enfrentado barreras culturales, tales como la resistencia al cambio, falta de reconocimiento del rol comunitario (Arnstein, 1969) y un enfoque esencialmente tecnocrático y centralista. Uno de los desafíos más relevante en la implementación de este tipo de modelos es la participación simbólica, esto es, existencia de mecanismos de participación formales que no tienen influencia genuina (CNED, 2021). Ello termina incrementando la cantidad de trabajo de los participantes y frustrando a sus integrantes al observar poco o nulos resultados en recomendaciones o propuestas de mejora. Estrategias para fortalecer los modelos socio comunitarios Tanto la experiencia como la investigación dan cuenta de que los pilares clave al implementar estos modelos, están radicados en tres aspectos. Primero, el desarrollo de diagnósticos participativos, como herramienta para la gestión del cambio adaptativo (Estrella et al.2020). Segundo, la planificación colaborativa que diseña en conjunto con estamentos locales con la debida experiencia y conocimiento, las políticas y programas de trabajo. Y tercero, el diseñar y ejecutar procesos de evaluación continua para monitorear la implementación y ajustar las estrategias. Al observar el diseño de los SLEP, bajo el marco de la nueva Ley N.º 21.040, observamos desafíos en materia de fragmentación institucional y falta de claridad en roles, ya sea por definiciones poco claras o irreales o por falta de supervisión en la forma de trabajar. Desafíos en la implementación Igualmente, se aprecia una distancia cultural entre SLEP y comunidades educativas, que complejiza la comunicación y la coordinación, además de falta de reconocimiento y valoración de los conocimientos locales y de las formas de trabajo (Consejo Evaluador, 2022). Al respecto, en lugar de imponer un nuevo lenguaje, un modelo socio comunitario debe ser inclusivo en opiniones, necesidades y propuestas comunitarias como una forma de construir un lenguaje común que demuestre la existencia de una participación vinculante. Eso permite un diálogo fructífero entre SLEP y comunidades locales, lo cual es fundamental para una gestión educativa eficiente y participativa. El modelo socio comunitario a la luz de la implementación de la Ley N° 21.040 La revisión crítica del proceso de instalación de la Nueva Educación Pública en Chile permite sostener que el principal obstáculo de esta reforma estructural no ha radicado en la intención normativa ni en el diseño de sus principios, sino en la forma en que dicha intención ha sido traducida -o no- en prácticas institucionales enraizadas en los territorios. Los informes revisados coinciden en que la implementaci n de los Servicios Locales de Educaci n Pública ha estado marcada por una lógica de replicación del modelo centralista, sin una estrategia de adecuaci n cultural ni una mirada contextualizada del proceso de cambio. A pesar de tratarse de una reforma que se proclama descentralizadora, participativa y territorial, su puesta en marcha ha reproducido las formas tradicionales de relación entre el Estado y la ciudadanía: una institucionalidad que planifica desde el centro, que desconfía de los saberes locales, y que instala estructuras sin preocuparse por los procesos de apropiación colectiva ni por el fortalecimiento de los vínculos institucionales con las comunidades educativas. Esta contradicción entre el discurso y la práctica ha tenido efectos concretos: fragmentación del sistema, exclusión de los actores escolares de la toma de decisiones, resistencia pasiva frente al cambio, debilitamiento del sentido de
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