Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro

202 Necesidad de impulsar la perspectiva de género desde la Nueva Educación Pública Pese al avance legislativo descrito muy sucintamente en la introducción y a las alarmantes cifras tanto en el ámbito sanitario como educativo, es posible apreciar que todavía se siguen reproduciendo órdenes de género que discriminan y limitan el desarrollo de niñas, mujeres y diversidades de género (L pez-Medina, 2024) y por tanto, se traducen en mecanismos de jerarquización que atribuyen privilegios, capacidades y valoraciones a una identidad particular por sobre otras según la norma de género, son hombre/masculino (Lillo, 2025). En este escenario, incorporar la perspectiva de género desde el ámbito educativo es fundamental para resguardar el bienestar físico, psicológico, emocional y sexual de toda la poblaci n. La importancia de la incorporación de la perspectiva de género en la implementación de esta política pública; en primer lugar, tiene relación con disminuir las brechas de género en el acceso a oportunidades de desarrollo personal y profesional de quienes accedan a la educación pública, junto con la eliminación de toda forma de violencia hacia niñas, niños, mujeres, cuerpos feminizados, racializados y/o precarios. Todo lo cual ocurre porque en nuestras sociedades existe un orden sexual desigual, pero tal como señala Marta Lamas (2013), ‘¿Qué características se encuentra presente en todas y cada una de las sociedades para que produzcan y reproduzcan un orden sexual desigual?’ Así nos encontramos no sólo con la diferencia biológica, sino también con la constante división de la vida en esferas masculinas y femeninas, división que se atribuye a la biología pero que, exceptuando lo relacionado con la maternidad, es claramente cultural. O sea, nos topamos con el género” (p.108). Superar estas dificultades es fundamental para formar una ciudadanía que desarrolle una convivencia democrática, participativa y dialógica. Para problematizar sobre aspectos que sostienen esta desigualdad en torno a un orden sexual, a partir de diversos Estudios de la Mujer, la antropóloga chilena Sonia Montecinos (1996), plantea que existen, Marco conceptual dos grandes prejuicios que operan interrelacionados en las disciplinas sociales, y sobre todo en la Antropología: el androcentrismo y el etnocentrismo. El primero evidencia una mirada centrada en lo masculino, y el segundo, una óptica cuyo punto de comprensi n es la cultura dominante occidental (p.12). Es importante destacar que el androcentrismo como el etnocentrismo en tanto prejuicios, se encuentran en todas las disciplinas académicas y espacios sociales, sin embargo, lo interesante es que son posibles de desmoronar, especialmente desde espacios educativos. Por lo anterior, toma cada vez más fuerza la demanda por implementar desde la escuela una educaci n sexual integral o una educación sexuada justa (Morgade, 2011), desarrollada desde un enfoque crítico de género, que permita deconstruir los componentes pedag gicos sexistas y heteronormativos de los discursos hegemónicos, que supere enfoques biomédicos, represivos, judicializantes o revictimizantes. Es importante además que habilite la curiosidad y la formulación de preguntas reales fortaleciendo voces diversas (Morgade, 2011). Y aquí es donde radica la oportunidad que se presenta con la Nueva Educaci n Pública, oportunidad ineludible de integrar esta transformación civilizatoria profunda, que contribuiría a desmoronar las bases que sustentan las múltiples formas de violencia que experimenta más de la mitad de la poblaci n. Perspectiva de género desde un marco pedagógico Para efectos de este escrito, interesa proponer como perspectivadegénero,amableparaquienessedesempeñan en el ámbito educativo y por ello, es pertinente recuperar una perspectiva que permita mirar la realidad desde nuestra cotidianidad de otra forma, tal como señala la investigadora mexicana Marisa Belausteguigoitia (2012), quien propone que, La perspectiva de género consiste, entonces, en un conjunto de desplazamientos-descentramientos –a la manera de una espiral- cuyo prop sito es colocarse en un ángulo de visión que permita “mirar” lo que no ven o consideran irrelevante la academia, la historia y las disciplinas regulares (p. 27).

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=