Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro
Capítulo 6: El liderazgo intermedio en la formación continua de líderes educativos: claves, desafíos y oportunidades 127 En síntesis, los testimonios analizados reflejan dos capas sobre las políticas de formación directivas en el sistema educativo actual de transición. Una primera capa, más disposicional, revela que tanto los servicios locales como los directores parecen entender y priorizar la formación en liderazgo directivo como un vehículo fundamental para la mejora escolar (Bush, 2008; OECD, 2012). No obstante, una segunda capa estructural revela falencias en torno a las acciones de los sostenedores para proporcionar formación directiva de calidad en tres puntos: i) definición sistemática, estratégica y territorializada de las oferta que responda a procesos de diagnósticos de necesidades; ii) brindar mayores oportunidades de autonomía a los directores a la hora de definir su desarrollo profesional; y iii) mayor incidencia en la oferta formativa, con el fin de superar el alto grado de estandarizaci n de gran parte de lo disponible en el sistema actualmente. Con todo, la formación de directores en el contexto de la nueva educación pública chilena se encuentra en un punto de inflexión. Si bien el rol del sostenedor ha ganado un lugar clave en el diagnóstico de necesidades y la oferta formativa, persisten obstáculos relacionados a la pertinencia de la misma, la autoridad directiva y la posterior evaluación de estas iniciativas. El nuevo nivel intermedio educativo tiene un papel clave en la mejora de estos procesos, no obstante, requiere del desarrollo efectivo de liderazgos intermedios (Leithwood, 2010; 2013; Fullan, 2015) que puedan implementar enfoques contextualizados, colaborativos y basados en evidencia. Avanzar hacia modelos de formación que no solo respondan a directrices centrales, sino que integren las necesidades y experiencias de los directores en su trabajo cotidiano es un desafío ineludible para consolidar una nueva educaci n pública. A partir de la evidencia analizada, se sugiere que el fortalecimiento de la formación directiva en el contexto de los SLEP avance hacia una oferta formativa contextualizada, diseñada sobre la base de diagnósticos participativos que recojan las necesidades específicas de los territorios. Asimismo, resulta fundamental ampliar la autonomía de los y las directoras en la definición de sus trayectorias profesionales, diversificar las metodologías formativas mediante modalidades como mentorías, redes profesionales y acompañamiento en terreno, e impulsar el rol articulador de los sostenedores como líderes intermedios capaces de coordinar y dar coherencia a estos procesos. Finalmente, se destaca la importancia de incorporar mecanismos sistemáticos de evaluación del impacto de la formación, con el fin de asegurar su efectividad y su contribución a la mejora institucional y del sistema educativo en su conjunto.
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