Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro

110 que permitan mejorar las interacciones en el aula y en las escuelas; ii) la articulación de estos distintos módulos en el diseño de una arquitectura empresarial del sistema de educación pública, incluyendo los flujos de información, la optimización de los procesos y los mecanismos de gobernanza; iii) la definición clara de las responsabilidades, decisiones y procesos que estarían a cargo de los distintas organizaciones. A nivel del SLEP esto implicará pasar de un énfasis en lo administrativo a un foco en lo técnico-pedagógico, y daría un papel más claro a cada una de las agencias del territorio respecto a su apoyo al SLEP y a los establecimientos. Finalmente, se debiera evaluar, al menos al inicio de la implementaci n de los servicios, si los SLEP debieran cumplir con todos los programas de control de gestión que aplican al resto de los servicios públicos y aquellos propios del sistema educativo. 4. Acelerar la selección y nombramiento de primeros y segundos niveles jerárquicos SLEP. La selección y nombramiento de los equipos directivos de los SLEP continúa realizándose con mucho menos anticipación de la necesaria. Para solucionar este problema, se requiere fortalecer la unidad de educación de la ADP, con medidas temporales extraordinarias tanto en personal como en recursos para cumplir con el enorme desafío que deberá enfrentar en los próximos años. En segundo lugar, se necesita realizar un programa masivo y continuo de formación de profesionales con los perfiles que se requieren, con instituciones de educación superior de alto prestigio y experiencia, sin lo cual la falta de candidatos idóneos es esperable que se vuelva más crítica en el futuro. En tercer lugar, revisar y flexibilizar los perfiles de los cargos de primer y segundo nivel de manera de ampliar el potencial de postulantes. Por último, debe implementarse un programa de acompañamiento sistemático para abordar los desafíos que van enfrentando los directivos de los SLEP durante el funcionamiento en régimen. 5. Revisar los criterios para la estimación de las dotaciones de personal de los SLEP Las dotacionesmáximas definidas para los SLEP parecen ser insuficientes para las tareas y necesidades, especialmente en territorios extensos, rurales y/o con gran cantidad de establecimientos. Sería conveniente realizar un estudio y discusión en profundidad acerca de las características (organizacionales y de tamaño) que debiera tener un “modelo de SLEP efectivo”, a partir de los aprendizajes y experiencia alcanzados en estos años de implementaci n de los servicios. Este modelo debiese definir las dotaciones del SLEP mediante fórmulas que tomen en cuenta al menos la matrícula, número y características de los establecimientos, así como la dispersión geográfica sobre la base de costos eficientes de funcionamiento de las distintas funciones que deben desplegarse. 6. Definir con claridad los docentes y asistentes de la educación necesarios en los establecimientos educativos La dotaci n docente y de asistentes de la educaci n del primer año del traspaso se define en el PADEM, sobre lo cual el SLEP no tiene mayor injerencia. Los hallazgos dan cuenta de que los municipios aumentan sus dotaciones de asistentes de la educación sin justificación en los últimos años. A esto se suma una alta cantidad de licencias médicas. Estos dos problemas, sobredotaci n y pérdida de recursos por licencias, generan rápidamente un déficit financiero en los SLEP. En este ámbito, sería necesario entregarles atribuciones a la DEP y los SLEP para participar y tener poder de decisión en los PADEM de los últimos años antes del traspaso, especialmente si estos implican compromisos financieros importantes que heredará el SLEP. Esto requerirá definir criterios o estándares para determinar la dotaci n adecuada de docentes y asistentes de la educaci n de acuerdo a variables como matrícula, número y tipo de establecimientos, vulnerabilidad y otras condiciones del contexto. Contar con este modelo permitiría ajustar permanentemente las dotaciones a un estándar técnico adecuado, especialmente al momento del traspaso de establecimientos, pero también al inicio de cada año escolar. Estos modelos son comunes en los países desarrollados. 7. Plan nacional de infraestructura educativa pública En muchos territorios la infraestructura educativa entregada por los municipios estaba en muy mal estado o no cumplía las normativas. Comprensiblemente, las comunidades educativas tienen muchas demandas y expectativas en este ámbito, pero el proceso de gestión de infraestructura ha sido una de las áreas más complejas para los SLEP. Para abordar estos desafíos, se necesita, en primer lugar, contar con un catastro nacional de infraestructura y equipamiento, puesto que parece poco probable que la información que entreguen los municipios mejore

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