Relación pedagógica y género en el acompañamiento y la dirección de tesis. Experiencias de doctorandas de la Universidad de Chile

Relación pedagógica y género en el acompañamiento y la dirección de tesis: Experiencias de doctorandas de la Universidad de Chile 50 y prioritaria sobre esta materia, pues a través de ello tienen mayor seguridad sobre los caminos, procedimientos y avances de su tesis. La ausencia en esta función, por lo tanto, toma un rol central en la evaluación que las estudiantes hacen de sus guías. Con todo, conviven distintas formas de ejercer la asesoría académica, que van desde la ausencia de apoyo, pasando por una orientación de orden técnico y acotado, hasta un acompañamiento de orden pedagógico e integral. Los hallazgos, observados desde una perspectiva de género, muestran la presencia de un desigual reconocimiento académico entre hombres y mujeres por parte de los guías, sobre todo en profesores y en campos mayoritariamente masculinizados. En los programas asociados a esta composición y cultura de género, se levantaron relatos de estudiantes que señalan haber enfrentado situaciones de subvaloración y menosprecio. En estos contextos, la validación juega un rol particular en la reproducción o disrupción de sesgos de género, pues a través de ella se legitima o excluye a la estudiante de un campo tradicionalmente masculino. ● La socialización académica depende del compromiso activo de los y las guías El acceso a redes académicas y oportunidades de visibilidad depende fuertemente de la voluntad del/la profesor/a guía, lo que produce trayectorias desiguales de inserción en la comunidad científica y limita el desarrollo profesional de muchas estudiantes. Las/os docentes pueden, así, operar como filtro o facilitador del ingreso para las estudiantes en el campo académico. La presencia de la función socializadora es altamente valorada por las estudiantes de la Universidad de Chile, sobre todo cuando se traduce en una inserción en instancias concretas de producción o desarrollo académico, así como en el aprendizaje de las reglas implícitas del campo académico. Desde una perspectiva de género, se encuentran distintas tensiones que atraviesan la función de socialización. En la acción del/la docente para la incorporación de la estudiante se juega un proceso de inclusión o exclusión en un campo académico masculinizado. El ejercicio de contribuir a la inserción de las estudiantes en este ámbito supone también una disrupción del orden de género universitario, donde la productividad académica y los cuerpos docentes siguen compuestos principalmente por varones. ● La validación emocional y el apoyo psicosocial son claves para la sostenibilidad del proceso El acompañamiento emocional durante el doctorado es altamente valorado por las estudiantes y opera de distintas maneras según los diferentes contextos y desafíos personales que ellas afrontan. El reconocimiento de los contextos personales y el sentido de empatía hacia las tesistas es positivamente evaluado, sobre todo cuando se traduce en flexibilidad de trabajo ante sus condiciones contextuales. Con todo, la ausencia de apoyo psicosocial es frecuente, y habitualmente es subordinada a un segundo plano. Las propias estudiantes priorizan las funciones de apoyo académico que ejercen sus docentes, pero la completa falta de un rol psicosocial no es bien valorada, estimando que es un aspecto necesario de equilibrar con la asesoría del desarrollo mismo de la investigación. Las tensiones de género relatadas por las estudiantes en su experiencia psicosocial dan cuenta de una alta presencia de malestares emocionales, ausencia de espacios y figuras de contención, y constantes sentimientos de ajenidad, sintetizados en la expresión recurrente “ síndrome de la impostora ” . La relación de estos aspectos con sus guías se problematiza en

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=