Relación pedagógica y género en el acompañamiento y la dirección de tesis. Experiencias de doctorandas de la Universidad de Chile
Relación pedagógica y género en el acompañamiento y la dirección de tesis: Experiencias de doctorandas de la Universidad de Chile 28 También me ha guiado en el sentido en que me escucha. (…) . Sobre todo, en la etapa inicial (…). Él me escuchaba y hacía una especie de síntesis, (…) entonces me ayudaba a ordenar las ideas. El contenido no lo propuso él, lo propuse yo, pero él como que ha dirigido esas ideas o me ha ayudado a dirigir esas idea s . (E7) Déficits en la orientación y sus efectos en la experiencia doctoral La ausencia de un acompañamiento académico por parte de sus profesoras/es se manifiesta también en los relatos. Estas experiencias dialogan con una tendencia en el estilo de dirección ausente, en la que la orientación académica del/de la profesor/a guía no contribuye de manera significativa al diseño, desarrollo ni análisis del proyecto de investigación. La relación se reduce a un plano formal y administrativo, en el que el/la guía se mantiene al margen del proceso formativo y del trabajo de la estudiante: Nada, cero, querría decir uno por lo menos, pero nada, no. No analizó ni mi tesis de doctorado, ni mi inserción académica. Cero, o sea, el silencio. Le mandaba el formulario que firmaba y firmaba, y esta era la dinámica. (…). El ‘ f eedback’ eran firmas a documentos . (E8) Esta práctica de no asumir responsabilidad del/a guía obliga a las estudiantes a hacerse cargo de su proceso doctoral sin mayor orientación. Algunas estudiantes señalan que gran parte de su aprendizaje fue autodidacta, lo que es aceptado si es que coincide con el estilo de la propia estudiante: Yo creo que, principalmente, ha sido bastante esfuerzo mío, o sea, igual me ha ayudado cuando he necesitado, pero, intelectualmente, diré que ha sido un poco ausente, y ahí lo que tengo que recalcar es que ese sistema conmigo funciona, porque yo ya soy una persona que, dentro de todo, se maneja en el espacio donde estoy, sé hacer los experimentos, sé trabajar sola. (E2) No obstante, es importante señalar que, si bien puede haber un aprendizaje cuando se experimenta el abandono por parte del/de la profesor/a guía, esto no excluye que el proceso sea desgastante y pueda requerir un alto costo emocional: Yo creo que a mí me sirvió y no me sirvió porque en el fondo ahora yo soy súper independiente. Llegué al postdoc y yo ya no necesito a nadie que esté encima mío porque lo tuve en el doctorado. (...). Entonces, me sirvió en el fondo para desarrollarme sola (...). Pero me generó mucho estrés y mucha ansiedad. Durante el doctorado yo me enfermé, tuve varios problemas de salud mental por eso. (E19) Esta situación puede reforzar desigualdades de género preexistentes, al dejar a las doctorandas en una posición de mayor vulnerabilidad en un campo académico donde el reconocimiento y la legitimación suelen ser más difíciles para las mujeres: Si yo pudiera decirle a alguien: no haga este doctorado, háganlo en la [nombre de otra universidad], se lo diría. Porque ha sido traumático mi paso por acá en todos los sentidos, sobre todo lo administrativo. Y, nada, ahí yo le dije a él [al profesor guía] que me sentía sola, poco apañada. (E3) La recurrencia de estas situaciones da cuenta de una fragilidad estructural en este estilo de dirección, lo que obliga a las estudiantes a buscar apoyos en redes externas. En este contexto, colegas, docentes de etapas formativas previas, o docentes internacionales se convierten en referentes alternativos para obtener guía concreta:
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=