Relación pedagógica y género en el acompañamiento y la dirección de tesis. Experiencias de doctorandas de la Universidad de Chile
Relación pedagógica y género en el acompañamiento y la dirección de tesis: Experiencias de doctorandas de la Universidad de Chile 26 experiencias recogidas, se busca visibilizar el impacto que tienen estas cuatro funciones en la formación doctoral de mujeres. 1. Asesoría académica La asesoría académica hace referencia a la orientación que el o la profesora guía brinda en todo lo que involucra un proceso de investigación (Fernández Fastuca, 2018; Fernández Fastuca & Wainerman, 2015; H alse & Malfroy, 2010) . Para poder realizar dicha orientación, es importante que el/la profesora de tesis cuente con experticia en la disciplina y la especialización, y esté activamente involucrado/a en la producción de conocimiento, la publicación y la reflexión crítica a nivel teórico, conceptual y metodológico. Ello implica que pueda identificar las competencias pertinentes y contribuir a su desarrollo en los/as estudiantes de doctorado (Halse & Malfroy, 2010). La calidad de la orientación, la organización del trabajo y el tipo de retroalimentación que se articula en la dinámica de acompañamiento impacta directamente en el avance de la tesis doctoral, en la seguridad académica de la estudiante y en su proceso de construcción de identidad como investigadora. Analizar cómo las doctorandas de la Universidad viven este componente permite comprender, desde una perspectiva situada y de género, el carácter formativo — y sus limitaciones — que adquiere la dirección de tesis. En este proceso, el/la profesor/a guía, idealmente, modela prácticas investigativas y ofrece andamiajes formativos que habilitan a las estudiantes para una participación autónoma y crítica en el campo académico (Fernández Fastuca, 2018). En este sentido, el/la guía debe identificar las necesidades formativas, promover reflexión y discusión de metodología de investigación, y guiar el establecimiento de objetivos y metas claras de manera conjunta. Ello supone que el/la profesor/a pueda hacer seguimiento periódico al proceso de investigación y entregar retroalimentación de manera clara y oportuna. Dicha retroalimentación tiene que ser académicamente rigurosa, pero al mismo tiempo comprensiva, de tal forma que la relación pedagógica y el proceso doctoral no se vean afectados (Manathunga, 2005). Del mismo modo, cuando la persona doctorante percibe el compromiso de la profesora o del profesor guía con el trabajo, su capacidad de escucha y su disposición para ofrecer contención en situaciones de estrés, ello es valorado positivamente. Del mismo modo, se valora el hecho de que el/la profesor/a guía proporcione una estructura (negociada), autonomía (con retroalimentación y presencia) y muestre compromiso con el proceso doctoral (disponga de tiempo para reunirse, discuta el proyecto de investigación, dé retroalimentación relevante, entre otros aspectos). Todo esto impacta positivamente la autonomía, motivación y compromiso del estudiantado con su proceso doctoral (Devos et al., 2015). Para ahondar en este asunto, se abordará la asesoría académica bajo tres manifestaciones centrales: la orientación en la construcción y desarrollo de contenidos académicos para la investigación, la retroalimentación de los avances, y las tensiones de género que allí emergen.
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