Policy Brief - Derechos menstruales: hacia una política pública para la igualdad de género

8 a) Política Nacional de Educación Sexual Integral (ESI): In- cluir en el currículum escolar la salud menstrual, abarcan- do contenidos sobre menstruación, ciclo menstrual, sin un enfoque binario. Además, es fundamental realizar talleres que promuevan la participación de toda la comunidad edu- cativa, incluyendo la perspectiva de las masculinidades para fomentar una comprensión integral y respetuosa de la di- versidad. b) Capacitar a docentes, orientadores/as y equipos educa- tivos en enfoques actualizados sobre salud menstrual y eli- minación de estigmas. c) Desarrollar materiales pedagógicos adecuados para cada edad (cuadernos, guías, cápsulas audiovisuales) que repre- senten de forma inclusiva las experiencias menstruales. d) Abordar el tema con un enfoque de género, intercultu- ralidad y diversidad corporal y sexual, respetando las expe- riencias de todas las personas que menstrúan, lo que debe ser explicitado en el currículo escolar. 2. Potenciar en los programas de salud de la mujer y ado- lescencia, la salud menstrual, con perspectiva de género y enfoque de curso de vida, para abordar las necesidades de todas las personas menstruantes. A implementar por el Ministerio de Salud: a) Capacitar a equipos de salud en enfoque de género y derechos para brindar atención integral y sin discriminación relacionada con el ciclo menstrual. b) Incluir preguntas y orientación sobre salud menstrual en los controles regulares, especialmente en adolescentes, personas en edad fértil y personas trans o no binarias que menstrúan. c) Establecer protocolos para el abordaje de trastornos menstruales (dolor, sangrados irregulares, endometriosis, entre otros) sin minimizar síntomas ni normalizar el malestar. d) Incluir la salud menstrual con enfoque de género y diver- sidad en los currículos de formación en medicina, enferme- ría, obstetricia y otras disciplinas sanitarias. e) Diseñar estrategias diferenciadas para niñas, adolescen- tes, mujeres indígenas, personas migrantes, con discapaci- dad, privadas de libertad y población LGBTIQ+. f) Diseñar prestaciones consejerías en salud menstrual. g) Diseñar consejerías en gestión menstrual con énfasis en población adolescente. 3. Garantizar el acceso a productos de gestión menstrual e instalaciones sanitarias adecuadas, para todas las per- sonas menstruantes. A implementar por el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, Ministerio de Hacienda y Congreso Nacional: a) Observatorio Nacional de Salud Menstrual: Crear un es- pacio de análisis y mejora constante de las políticas públicas. b) Ley Cenabast (Ley N° 21.198), incorporar los productos de gestión menstrual. c) Eliminar o reducir impuestos asociados a productos de higiene menstrual. d) Dispensar con copago cero productos de gestión mens- trual a población más vulnerable. 4. Promover estrategias comunicacionales y de participa- ción social que visibilicen la menstruación como un proce- so biológico libre de estereotipos de género y que incluya a las diversidades sexuales y de género. A implementar por Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, Ministerio de la Mujer y equidad de género, Gobiernos locales e INDH (Instituto nacional de derechos humanos): a) Estrategia de Comunicación Pública, que incluya campa- ñas, cuyo mensaje central sea normalizar la menstruación como un proceso biológico y no un tabú, a través de difu- sión en medios como TV, radio, redes sociales, transporte público. Utilizar un lenguaje inclusivo y positivo, evitando términos negativos. Estas comunicaciones pueden ser a tra- vés de testimonios y también con la participación de perso- nas influyentes socialmente. b) Fomentar alianzas entre instituciones gubernamentales y ONGs, organizaciones feministas, universidades y organis- mos internacionales como UNICEF y UNFPA. c) Participación comunitaria e inclusión social, promover los diálogos comunitarios, dirigidos por programas municipa- les, en que se discuta abiertamente sobre mitos menstrua- les, con participación de organizaciones de la sociedad civil, adolescentes, líderes comunitarios, religiosas/os, profesio- nales de la salud, entre otros.