Policy Brief - Derechos menstruales: hacia una política pública para la igualdad de género
3 El concepto de salud menstrual se entiende como un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la menstrua- ción (Hennegan et al., 2020; UNICEF, 2020). Para garantizar este bienestar, es fundamental contar con infraestructura adecuada en espacios públicos y educativos, acceso a productos mens- truales asequibles y políticas de educación integral sobre el ciclo menstrual (Hennegan, 2017). En 2024, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, instó a los Estados a garantizar el acceso a instalacio- nes, información y productos para una gestión menstrual digna (Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, 2024). En Chile, persisten barreras estructurales que impiden visibilizar el problema y dar curso al desarrollo e implementación de po- líticas efectivas, sobre todo respecto de grupos como pueblos originarios y diversidades sexo-genéricas (MINSAL, 2022), al igual que aquellos representados en los indicadores de pobreza desde un enfoque de pobreza multidimensional (CASEN, 2022). Varios países han tomado medidas legislativas para abordar los desafíos relacionados con la menstruación. Algunas de estas incluyen la reducción o eliminación de impuestos sobre pro- ductos menstruales y su distribución gratuita, reconociendo que estos insumos son bienes esenciales. La política fiscal chilena privilegia ingresos tributarios estables y estructurales (Cavada Herrera y Lampert Grassi, 2020). En ese marco, las rebajas o exenciones de impuestos a productos no son una práctica ge- neralizada, y solo se han adoptado medidas excepcionales en contextos de emergencia o recesión. En 2021, se presentó en el Congreso el "Proyecto de ley para la promoción, resguardo y garantía de los derechos menstruales de las personas", que fue aprobado por la Cámara de Diputados en 2022 y actualmente sigue en trámite legislativo en el Senado. Este proyecto conside- ra la exención del Impuesto al Valor Agregado (IVA) - impuesto que grava las ventas y servicios, para los productos de gestión menstrual como toallas higiénicas, tampones, entre otros (Cá- mara de Diputados, 2021). Para avanzar hacia la reducción de brechas y promoción de salud menstrual, se recomiendan las siguientes acciones prio- ritarias: Educación con perspectiva de género: Incluir la salud mens- trual en la Educación Sexual Integral, a partir de información científica, libre de estereotipos. Acceso garantizado: Asegurar la provisión de productos de gestión menstrual y condiciones sanitarias adecuadas en es- cuelas y espacios públicos y comunitarios. Compromisos institucionales: Ministerios de Salud y de la Mujer y Equidad de Género: Integrar la salud menstrual en políticas pú- blicas. Ministerio de Educación: Incorporar contenidos sobre menstruación en el currículo escolar. Congreso Nacional: Impulsar el Proyecto de Ley de Derechos Menstruales. Gobiernos locales: Implementar programas de dis- tribución de productos y campañas educativas. Centros de Salud (APS): Incluir la salud menstrual en la atención integral. Ministerio de Justicia: Garantizar higiene menstrual en recintos penitenciarios. INDH: Promover la salud menstrual como un dere- cho humano. Fotografía: Green Lady Cambodia
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