Decantaciones. Política y democracia cultural: un diálogo global

Hye-Kyung Lee 70 la reestructuración económica neoliberal, caracterizada por la subcontratación, la individualización del riesgo y el debili- tamiento de los sindicatos (Banks, 2017; Gill & Pratt, 2008; Hesmondhalgh & Baker, 2013; McGuigan, 2010; McRo- bbie, 2016; Reckwitz, 2017). No obstante, no se produjeron cambios de políticas significativos hasta la pandemia del COVID-19, durante la cual las dificultades de los trabajadores culturales se convir- tieron en un asunto urgente de política pública (de Peuter et al ., 2023; Salvador et al ., 2022; UK Parliament, 2023). Se criticaron múltiples manifestaciones del trabajo cultural inse- guro, como la incertidumbre en el empleo, la falta de control sobre las condiciones laborales, los bajos ingresos y la ausencia de regulaciones (Comunian & England, 2020). En particular, el trabajo autónomo ( freelance ) surgió como la categoría más vulnerable del trabajo cultural porque la protección estatal de los derechos de los trabajadores sigue anclada en el legado de la sociedad industrial; los trabaja- dores autónomos no son reconocidos como tales por las leyes laborales y carecen de los derechos básicos de los trabajadores (Taylor, 2017). Aquellos pertenecientes a minorías tienden a sufrir aún más esta inestabilidad, y también se ha argu- mentado que la desigualdad estructural en la fuerza laboral convierte al trabajo creativo en un mal trabajo (Brook et al ., 2020). Es comprensible que los trabajadores culturales exijan soluciones urgentes. Por ejemplo, los sindicatos culturales y los grupos de campaña en el Reino Unido exigen un mayor reconocimiento social del valor del trabajo cultural, conside- rándolo una condición esencial para abordar el problema de la precariedad. Sus otras demandas incluyen condiciones de trabajo y remuneración justas; regulaciones sobre las tarifas

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