Decantaciones. Política y democracia cultural: un diálogo global

Reflexionando sobre el trabajo cultural en la era de la inteligencia artificial 69 importancia de los trabajadores culturales como portadores de creatividad, atrayendo nuevas inversiones al sector cultural y aumentando su visibilidad. Sin embargo, trataba el trabajo creativo como si fuera capital, debilitando el trabajo como concepto y fuerza social. El discurso de las industrias creativas ya había sido desacreditado por la realidad socioeconómica de los trabajadores culturales, caracterizada por la precariedad, y probablemente será aún más cuestionado a medida que la IA generativa muestre cómo la tecnología puede emular fácil- mente la creatividad (o el así llamado capital humano) y lo que puede hacer el verdadero capital, como la acumulación y concentración a gran escala de la capacidad creativa en plata- formas globales de IA. Al mismo tiempo, la IA puede dismi- nuir aún más el valor del trabajo al demostrar la posibilidad de una producción creativa sin mano de obra y su capacidad de llenar vacíos en el trabajo cultural (“brechas de capital humano”) (The Economist, 2024). Al volver a examinar el discurso de las industrias crea- tivas, podemos darnos cuenta de que la perspectiva política del trabajo creativo desde fines de los años noventa estaba profundamente situada en el contexto político-económico más amplio de la asimilación del trabajo al capital, y es probable que dicho contexto continúe en la era de la IA gene- rativa. Trabajo precario A diferencia de los formuladores de políticas, los acadé- micos críticos han prestado gran atención a los problemas del trabajo cultural desde la década de 2000. Desmitificaron el trabajo creativo al señalar el trabajo precario, la falta de seguridad social, la ausencia de equilibrio entre la vida laboral y personal, y la (auto)explotación en el contexto de

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