Decantaciones. Política y democracia cultural: un diálogo global

Democracia cultural y política cultural: tensiones... 35 políticas, se traslade fuera de la categoría de industria y vuelva a la esfera de la responsabilidad pública junto con la salud, la educación, el bienestar social y la infraestructura básica. Esto, a su vez, reafirmaría “la importancia de la cultura para los funda- mentos sociales de cualquier sociedad equitativa y libre” (1). Conclusión La relación entre la democracia cultural y la política cultural sigue caracterizándose más por una tensión produc- tiva que por una resolución definitiva. Las innovaciones contemporáneas demuestran un creciente reconocimiento de los principios democráticos en la gobernanza cultural, pero también revelan las limitaciones que los marcos institucio- nales existentes imponen a una verdadera democratización de la autoridad. El renovado interés en la democracia cultural refleja tanto la persistente relevancia de sus ideas centrales como la insuficiencia de los enfoques políticos actuales para abordar las desigualdades fundamentales en la participación. El enfoque de las capacidades, si bien ofrece valiosas innovaciones teóricas, corre el riesgo de despolitizar la demo- cracia cultural al traducir las prácticas comunitarias en marcos individualistas que pueden servir propósitos institucionales en lugar de democráticos. El desafío para la teoría contemporánea de la democracia cultural es mantener el compromiso con los orígenes políticos radicales del concepto mientras desarrolla una comprensión sofisticada de las condiciones y posibili- dades contemporáneas. El desarrollo futuro de la teoría y la práctica de la demo- cracia cultural debe navegar entre la necesidad de compromiso institucional y el imperativo de mantener una distancia crítica frente a las estructuras de poder existentes. Esta navegación

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