Decantaciones. Política y democracia cultural: un diálogo global

Jazz en el sur. Iniciativas de democratización y democracia cultural en Uruguay 205 Hasta los años cincuenta fue considerado una expre- sión de la música popular, vinculado al baile y la industria del espectáculo a través del swing . Con el advenimiento del bebop 16 en los años cuarenta, el jazz modal, fusión eléctrico y free jazz (desde los sesenta), se transformó en una expresión más reflexiva e intelectualizada. Este proceso se consolida al incorporarse a las universidades y conservatorios de música, afianzándose paralelamente como gusto de las clases medias y altas más formadas. En América Latina la identidad nacional en el jazz es puesta en discusión desde distintos abordajes por Berenice Corti (2018). Corti confirma que la identidad del jazz latino no es una sola sino que es una amalgama de tradiciones hete- rogéneas en las que no solo se destaca el diálogo bidireccional Caribe - Estados Unidos, sino también la inclusión de la bossa nova en Brasil, la milonga y el candombe en el Río de la Plata, así como de los ritmos folklóricos como chacarera y zamba del Noroeste argentino y sus conexiones con los mundos trasan- dino y afroperuano. Desde esta perspectiva, la fusión latinoa- mericana del jazz incorpora elementos populares, tradicio- nales y folklóricos: es decir, forma parte de la identidad local y de los orígenes de las comunidades afro descendientes. Todos estos elementos aparecen no sin tensiones internas (Menan- teau, 2018). En Uruguay el principal antecedente sobre jazz fue la fundación del Hot Club de Montevideo en 1950 bajo la inicia- tiva de PacoMañosa. El Hot Club de Montevideo fue el primer club dedicado al jazz en América Latina. Sus actividades se iniciaron a partir de la publicación de una revista mensual, 16 Se caracteriza por improvisación compleja y rápida, melodías angulares y difíciles, acordes sofisticados, ritmos impredecibles, formaciones peque- ñas en vez de las big bands . Desplaza el swing más popular y bailable.