Decantaciones. Política y democracia cultural: un diálogo global

Una amenaza a la democracia cultural: el regreso de la censura como política cultural... 121 tomados por las guerras culturales del hombre medio traba- jador no educado como un modo de dar sentido al devenir cotidiano y desviar la atención de los problemas económicos y sociales que genera el mercado sin mediaciones. Por su parte, compartimos con Peter Drucker (2020) lo siguiente, La combinación de misoginia y populismo económico ayuda a la extrema derecha a atraer a los heterosexuales enojados. La desindustrialización y el estancamiento de los salarios en muchas economías, sobre todo tras la profunda recesión que estalló en 2008, han socavado el sentido de masculinidad de muchos hombres. Muchos hombres heterosexuales cisgé- nero culpan de esto a las mujeres y a las personas LGBTIQ. De esta manera, se desvían los problemas laborales, sociales, la pérdida de derechos y conquistas hacia la pobla- ción LGTBIQ+ y las mujeres y al conjunto de la sociedad. ¿Por qué molesta tanto la identidad de género? ¿Por qué un gobierno que se reconoce como liberal, en realidad es conservador? Sería algo así como: estamos en contra de la regulación del Estado en acciones económicas, pero necesitamos un orden social de los cuerpos en un contexto de creciente desigualdad social e informalidad laboral. ¿Qué implica esta defensa del control social, de la reivindicación del paternalismo social, patriarcado, ya cuestionado en el siglo XX y luego legalizado a partir de leyes que fueron resultados de luchas de movimientos sociales y del reconocimiento de derechos culturales? ¿Por qué, desde el Poder Ejecutivo se interviene en lo que no se puede decir, lo que no se puede nombrar? Decíamos al principio que en 40 años de democracia se había construido un consenso en torno al valor de la libertad de expresión y la libertad de los cuerpos (ley de matrimonio igualitario, ley de interrupción voluntaria

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