Decantaciones. Política y democracia cultural: un diálogo global
¿Complejidades irremediables?: El desafío de la diversidad en la implementación... 103 los referentes comunes para la cohesión, hace necesario que ella asuma su politicidad y que su implementación concreta considere los procesos implicados. Por otro lado, no cualquier politización ni cualquier referente común es preferible por el solo hecho de ser resultado de una disputa. La cohesión que se busca tiene un horizonte normativo. Eso significa que la democracia cultural debe pensar la democracia no solo como método de participación en las políticas culturales, sino en el sentido sustantivo de una comunidad cívica asentada sobre los derechos humanos, la igualdad, el estado de derecho, la libre deliberación pública y el régimen democrático de gobierno (Gripsrud, 2000). Conclusión La perspectiva de la democracia cultural ha contribuido a ampliar el campo de posibilidades de interpretación, expre- sión y acción en el ámbito de las políticas públicas mediante la crítica de pretendidos valores universales. Aquello va de la mano con movimientos similares en otros campos, como la política o la ciencia. Este avance pone, a su vez, nuevos desafíos. Se trata de ampliar las posibilidades, pero luego es necesario reconducir esa energía resultante de una manera que favorezca nuevos referentes comunes que hagan posible la cohesión social y la democracia. El mundo puede ser más diverso que antes, aunque para vivir es necesario un mundo en común y un horizonte de cambios deseados. Ese es precisamente un desafío principal de las democracias y de las políticas públicas actuales. Lo anterior sugiere desafíos de política. Junto al deseo de abrir al máximo la diversidad y autonomía de los escenarios de implementa- ción de políticas culturales para que se exprese la creatividad de la sociedad, estas requieren de un grado de previsibilidad
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