En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

La crisis de TVN: ¿Puede el gobierno de Boric garantizar el futuro de la televisión... 87 En otras palabras, sin rating, no hay publicidad, y sin publicidad no hay ingresos. ¿Cuál sería el resultado si se optara por esa opción? Bajos niveles de financiamiento, con un para- lelo colapso en la calidad del contenido. La consecuencia de lo anterior sería una tendencia a producir programas de bajo costo que, al parecer, son productos exitosos en términos de audiencia y captación de avisadores, pero no necesariamente aportan en términos de contenido o calidad. Vale la pena recordar que, cuando TVN pasaba por su mejor momento económico, entre 1990 y 2010 —inclusive mucho antes—, no solo produjo teleseries que marcaron al país —Aquelarre (1999), Romané (2000), Pampa Ilusión (2001), entre otras—, sino que también realizó programas culturales con un altísimo valor educativo y social, como Algo habrán hecho por la historia de Chile. Retomando, desde una perspectiva moral, ambos programas o instituciones —NSMP y TVN— deberían compartir el compromiso de fomentar la televisión pública en Chile, ya que las dos entidades son estatales y su misión es justamente promover y fortalecer la presencia de la televisión pública en el país. Si bien se han anunciado planes para el fortalecimiento del conocido Canal 7 con la creación de una radio pública y una propuesta modernizadora que aborda cuatro pilares fundamentales —estructurar, ampliar y modernizar la misión pública de TVN, fortalecer la gobernanza interna, establecer una estructura de financiamiento y actualizar el régimen económico—. La falta de avances concretos en esta direc- ción para rescatar TVN es un reflejo de las tensiones entre su discurso progresista y las posibles limitaciones prácticas dentro de la gestión del actual gobierno que se encuentra ad portas de terminar su período.

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