En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

Constanza Flores R. 84 en entredicho su viabilidad. Inclusive se puede hacer una crítica a la idealización del canal, ya que mientras su misión formal —que está definida por ley— la instaura como un servicio público, su modelo de financiamiento dictado por la Ley 19.132 de 1992 —que será explicado más adelante— la obliga a competir con los otros medios al igual que una empresa privada más. Analizar cómo el actual gobierno enfrenta este desafío permite entender su concepción del derecho a la comunicación, el pluralismo y la relación entre el Estado y los medios. A pesar del discurso oficialista que valora el rol de la televisión pública y la defensa del ejercicio periodístico, el gobierno del presidente Gabriel Boric no ha implementado una estrategia comunicacional ni política eficaz para revertir las pérdidas económicas de TVN, lo que pone en riesgo su sostenibilidad y debilita su función como medio público. Esto contrasta con las promesas programáticas de su coali- ción, Apruebo Dignidad, donde en su programa de gobierno propuso “desarrollar un Nuevo Sistema de Medios Públicos (NSMP), más robusto que el actual, que incluya televisión, radio y multiplataformas. Con ello esperamos proteger el patrimonio simbólico y que el nuevo sistema se constituya como un espacio para el desarrollo de la ciudadanía y sus expresiones de diversidad, que fomente la paridad de género, la interculturalidad, y la circulación de conocimientos local, regional y nacional” (Apruebo Dignidad, 2021). Esta inacción genera dudas sobre su compromiso real con el periodismo. No hay que olvidar las palabras que expresó en la 31ª Conferencia del Día Mundial de Libertad de Prensa de 2024, donde enfatizó la importancia de proteger a las y los periodistas y el libre acceso a la información, pilares “funda- mentales para una democracia vibrante, para una democracia sólida, y también para el respeto de los derechos humanos”.

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