En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric
El feminismo en el gobierno de Gabriel Boric: entre el discurso y la práctica política 63 turas que mantienen la desigualdad económica de género. La vocera de la Coordinadora 8M, Cristina Varela, afirmó en una entrevista con La Tercera que “la promesa feminista del gobierno ha sido vaciada: se nos habló de transformaciones profundas, pero se ha gobernado sin voluntad de incomodar a los poderes económicos ni de redistribuir privilegios”. El mismo patrón se repite en otras áreas del programa. El compromiso de establecer un cupo laboral trans y de modificar la Ley de Identidad de Género ha permanecido completamente ausente del debate público durante estos tres años de gestión. Ninguna de estas medidas ha sido impul- sada formalmente ni mencionada en las cuentas públicas. Esta omisión sistemática ha sido especialmente criticada por activistas LGBTQ+, que ven con preocupación cómo las demandas históricas de sus comunidades han sido instrumen- talizadas discursivamente y luego desechadas en la práctica. Tras la Cuenta Pública 2025, la Organización Trans Diver- sidades manifestó que “de las 27 mil palabras que dijo, no hubo ningún anuncio, avance ni compromiso en relación a lo ofrecido en su programa de gobierno para las diversidades. Es decir, es un gobierno que defenderá las diversidades con firmeza, pero que no hará nada público”. Después de tres años de gobierno, el panorama feminista en el Ejecutivo refleja una tensión persistente entre relato y ejecución. Si bien hubo gestos visibles, promesas importantes y algunas políticas significativas, las demandas más estruc- turales quedaron postergadas o derechamente abandonadas. La narrativa feminista —utilizada como signo de identidad, modernidad y sensibilidad— no fue acompañada por una arquitectura institucional sólida ni por una estrategia legis- lativa robusta.
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