En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

Avances invisibilizados y narrativa del miedo: la comunicación fallida del gobierno... 43 dominante, las estadísticas dejan de tener peso, fallece el “dato mata relato”. Lo que aquí falla no es la acción del Estado, sino la capacidad de ese Estado para comunicarse ante su propia población, ante su pueblo. Ya que la ciudadanía no experi- menta las cifras, experimenta emociones y en ausencia de una estrategia que las acoja y les dé sentido, el miedo se vuelve el único marco de interpretación posible. La estrategia comunicacional del gobierno no solo no logró contener esa emoción colectiva, sino que, al mantener un tono frío, técnico y fragmentado, terminó cediendo terreno a una narrativa mediática que amplificó el temor y posicionó al Ejecutivo como ausente o desbordado. La brecha, entonces, no es solo entre datos y percepción, sino entre Estado y ciuda- danía. Y cerrarla es una tarea de comunicación política, no únicamente de gestión. Una de las principales debilidades de la estrategia comu- nicacional del gobierno fue no priorizar desde un inicio la agenda de seguridad. De hecho, durante los primeros meses, las señales entregadas -en discursos, vocerías y prioridades públicas- no estuvieron a la altura del clima que comenzaba a instalarse en el pensar público. El gobierno subestimó el peso político de la inseguridad y transmitió, desde sus primeros gestos, una imagen de distancia y desatención. Un ejemplo, fue la visita de la ministra del Interior, Izkia Siches, a Temucuicui en marzo de 2022. La actividad terminó abruptamente con disparos al aire, sin diálogo ni resultados visibles. Fue una operación mal preparada que no solo fracasó políticamente, sino que expuso a la ministra a una escena sin control. La imagen de la autoridad retirada por la fuerza, sin pronunciamientos sólidos posteriores, consolidó la percep- ción de un Ejecutivo improvisado frente a los temas de orden público. Desde el punto de vista comunicacional, la visita no