En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

Benjamín Bravo Y. 304 así, llegar al Poder Ejecutivo. ¿Cómo? En palabras sencillas: el relato de ese conglomerado político —que se hizo parte, o bien se apropió, de importantes demandas e imaginarios propios del estallido— lo convirtió en un movimiento que supo representar el momento político de la época. De esa forma, surgió como una fuerza política atractiva, novedosa e influyente en el país, al menos de forma coyuntural. Uno de esos discursos de los que se hizo parte la izquierda progresista representada por Gabriel Boric fue el de la “refun- dación” de Carabineros de Chile. El relato no era azaroso. En la época del estallido social —entre octubre de 2019 y marzo de 2020—, la institución uniformada registraba su peor evaluación histórica: solo el 17% de la población decía confiar en la policía, según la encuesta CEP de ese año. Por eso, el relato de refundación que postulaba Boric. Aunque ese discurso, una vez en el gobierno, tuvo una mutación radical. La hipótesis de este ensayo es que el discurso político sobre Carabineros del gobierno del presidente Boric tuvo una mutación radical, propiciada por factores coyunturales. Esto, ya que el gobierno pasó de hablar de la “refundación” de la institución uniformada a dar “todo nuestro respaldo” al organismo. ¿Los motivos? Principalmente originados por el contexto actual, donde no solo el estallido social sufrió una desvaloración en la ciudadanía y se ha reivindicado la labor de Carabineros de Chile, sino también porque el combate al crimen organizado y la seguridad se han instalado como la principal prioridad para la ciudadanía. Todo esto en perjuicio de la visibilidad de las violaciones a los derechos humanos durante el estallido social. Lo anterior se vio reflejado, por ejemplo, en el apoyo que el mandatario le dio al entonces general director de Cara- bineros, Ricardo Yáñez, que en 2024 estaba pronto a ser

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