En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

Aracely Arriaza C. 284 de la dictadura y todo lo que esta conllevó por 17 años en el país. Este fracaso comunicacional dejó al descubierto que Chile sigue siendo un país fragmentado en su relación con el pasado reciente. Cincuenta años después del golpe militar que derrocó a Salvador Allende, Chile perdió una oportunidad histórica de construir la unidad nacional que tanto necesitaba, más aún en tiempos donde la ultraderecha y las ideas conservadoras están en auge. El gobierno de Gabriel Boric diseñó lo que parecía una estrategia comunicacional sólida para la conmemoración, pero terminó fracasando estrepitosamente en su objetivo de lograr un consenso transversal que condenara inequívoca- mente el quiebre democrático de 1973. La derecha política simplemente no se subió al carro de la reconciliación. Sin embargo, esta lectura de la situación dice mucho más sobre las falencias de la comunicación gubernamental que sobre la obstinación de la oposición. Para comprender este fracaso comunicacional es funda- mental remontarse a agosto de 2023, cuando la ministra vocera, Camila Vallejo, comenzó a instalar públicamente la idea de que Chile podía suscribir una “declaración conjunta” sobre cuatro puntos básicos para defender la democracia. Sus apariciones en los medios de comunicación fueron cons- tantes, siempre con el mismo mensaje optimista: “Estamos avanzando en conversaciones con los distintos sectores polí- ticos” y “tenemos la esperanza de que a través del diálogo podamos suscribir todo un compromiso por la democracia”. Desde esas primeras declaraciones públicas quedó claro que el gobierno, representando en la voz de Vallejo había apostado por un tono que evitaba cualquier tipo de confron- tación. Una y otra vez insistió en que “el presidente no está imponiendo, no está obligando a nadie” y que se trataba de

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