En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

Los cambios de Boric en su discurso migratorio 277 uno de los malos legados del gobierno anterior”. La migración como constitutivo de la sociedad ya no existe, ahora según el presidente puede ser algo malo. Las vueltas discursivas en la comunicación política del gobierno sobre migración no pueden entenderse sin consi- derar el papel de los medios de comunicación y el debate público en la reconstrucción de lo público. Informes y titu- lares asocian a la migración con criminalidad, sumado al contexto de crisis de seguridad que se vive en el país, se crea el escenario perfecto para la proliferación de ideas contrarias a la migración dentro de la agenda pública, relacionando la disminución de este fenómeno como acciones directas que ayudan a la seguridad y orden del país. La elaboración de un discurso de orden y más restrictivo con la migración, permi- tiría tener una mejor valoración pública y un puesto más alto en las encuestas. En lugar de sostener una narrativa coherente con los principios de derechos humanos e inclusión que marcaron la campaña de Gabriel Boric, el gobierno recurre a marcos interpretativos heredados –como el de la criminalización del migrante– para responder a las demandas más inmediatas de orden y control por parte de la ciudadanía y los medios. El cambio discursivo responde a la lógica de acomodar el mensaje de acuerdo a lo que es más valorado o exigido por el clima de opinión de la esfera pública, esta estrategia presenta serios riesgos: al no ofrecer un marco alternativo que dispute el sentido común, la comunicación del gobierno reproduce las mismas lógicas que buscaba transformar, perdiendo capa- cidad de liderazgo simbólico y diluyendo su identidad polí- tica frente a la ciudadanía con tal de subir su aprobación Este tipo de comunicación revela un déficit profundo: no interpela, no traduce la complejidad del conflicto social,

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