En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

De ‘Wallmapu’ a ‘Macrozona Sur’: Los traspiés del gobierno frente al conflicto Mapuche 237 Héctor Llaitul, líder de la CAM. La llamada telefónica ocurrió el 11 de mayo, en medio de la discusión de la propuesta de “Estado de Excepción Intermedio” del Ejecutivo. En ese contexto, Llaitul hizo un llamado en el medio Werkén Noti- cias “a preparar las fuerzas, a organizar la resistencia armada por la autonomía del territorio y autonomía para la nación Mapuche” ante un eventual despliegue de militares. Ante esto la ministra buscó entablar un diálogo con el comunero, ya que estaba a cargo de la coordinación interministerial frente a este tema. Una conversación que al final nunca llegó a reali- zarse. En todo caso, los medios hicieron un gran espectáculo de la noticia. Mientras que la oposición exigió la salida de Vega por mantener vínculos con “terroristas”. Por su parte, el gobierno señaló que no tenía conocimiento de la acción. Sin ningún tipo de respaldo, la ministra presentó su dimisión el mismo día. En el intermedio entre el contacto con el personero de la CAM y la renuncia de Vega, ocurrió una cronología de hechos que merecen ser mencionados, debido a las difusas y por momentos contradictorias posturas del gobierno. El 16 de mayo, la ministra anunció en el programa Tolerancia Cero que el gobierno se querellaría contra Llaitul por sus decla- raciones incendiarias. Dos días después, el subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, dijo que su cartera no presentaría una nueva acción judicial, sino que trabajarían con las ya exis- tentes. En esa línea, el mandatario justificó la decisión en que “nuestro gobierno no persigue ideas ni declaraciones», sino delitos. Aquella postura no duró mucho, pues el 27 de julio Izkia Siches anunció la ampliación de la querella por Ley de Seguridad Interior del Estado (LSE) contra Llaitul. El 24 de agosto la PDI detuvo en el centro de Cañete (Biobío) al líder

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