En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric
Gaspar Contreras A. 232 grandes dimensiones. Al mismo tiempo que el vehículo se detenía, se comenzaron a escuchar disparos de armas automá- ticas provenientes de los bosques colindantes. Luego de una breve interacción entre los individuos que realizaban el corte de ruta y Marcelo Catrillanca, se le comunicó a la ministra que se le negaba el paso al poblado. Tras lo cual, la comitiva se vio forzada a volver sobre sus pasos. Poco más de una hora después, se encontró en los alre- dedores del sector donde ocurrió el ataque un lienzo que decía: “mientras existan presos políticos mapuche, no habrá diálogo”. El amedrentamiento a la comitiva de Siches se enmarcó en las declaraciones de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) después de la victoria de Boric, que manifestó a través de redes sociales su escepticismo respecto al nuevo gobierno, al que tachó de “hippie, progre y buena onda”. En los comunicados advirtieron que el grupo seguiría “en la senda de la autonomía revolucionaria” y se llamó a reivindicar la violencia política como método de lucha. Con este mensaje la CAM dejó en claro la postura del ala radical del movi- miento mapuche: no se sumarían al proceso de diálogo que se pretendía levantar. En tanto, desde la vereda del gobierno, no hubo una respuesta directa a los dichos. El percance sufrido por Siches generó una ola de críticas desde amplios sectores de la política. Principalmente, por la decisión deliberada de viajar sin escolta policial a una zona que no tenía posibilidades de ofrecer resguardo de ningún tipo ante cualquier situación de amenaza. Más tarde, los medios dieron a conocer que la maniobra pudo haber sido evitada, ya que había sido alertada de manera previa por la escolta de la ministra y Carabineros. Lo que fue visto como un error de principiante por la oposición y abrió
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