En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric
Maite Ramírez A. 218 interpelación a la construcción de alianzas, incluso con aquellos que lo han criticado o tiene desacuerdos públicos. La proyección de su administración, por lo tanto, no apunta precisamente a un abandono de sus principios, más bien, es una intensificación de la acción diplomática para complementarlos. El siguiente paso lógico de su estrategia comunicacional, así como fortaleció las alianzas en Chile para lograr acuerdos, es fortalecer también las alianzas en el plano internacional. La aproximación propositiva es que este nuevo pragmatismo no se limite a tratados bilaterales de beneficio mutuo, también que utilice la autoridad moral ya construida para convocar un diálogo más profundo sobre el futuro de la izquierda y el progresismo en Latinoamérica. Si hablamos de comunicación para fortalecer el liderazgo de Boric, hablamos de impulsar conversaciones con actores como Lula o Petro, con quienes presenta mayor afinidad ideo- lógica. Cómo reforzar una visión común fundada en valores compartidos, una izquierda que defiende la democracia sin doble estándar, que se hace cargo de la crisis climática como una prioridad existencial y que promueve un multilateralismo independiente son las temáticas fundamentales. Seguir con un discurso moral independiente, llevará al joven político Gabriel Boric a un sitial valorado y reconocido, pero por ser el único, la voz solitaria, el intruso. A pocos meses que finalice su mandato, la etapa de posi- cionamiento discursivo parece estar dando paso a una fase de consolidación pragmática. El éxito final de su apuesta depen- derá de su capacidad para traducir el recurso moral en poder de acción, demostrando que su liderazgo no se queda en la inspiración, en los posteos y en los discursos, también debe construir y tener una incidencia real en el futuro de la región.
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