En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

Gabriel Boric y el traslado del discurso moral a América Latina 215 Esta cuña es un claro ejemplo del uso de múltiples encua- dres. Al centrar su argumento en la “urgente necesidad de la liberación de los presos políticos de Nicaragua”, aplica el encuadre de interés humano. Al mismo tiempo, al enmarcar el debate como un desacuerdo que debe ser confrontado direc- tamente, “a la cara”, utiliza el encuadre de enfrentamiento del conflicto. Todo esto opera bajo un gran encuadre comunica- cional de moralidad, que define la diplomacia en términos de lo que es “injusto e inaceptable”, como el bloqueo a Cuba, y el respeto a los derechos humanos como un principio fundamental. Una voz solitaria Como toda estrategia comunicacional, la de Boric conlleva riesgos, y en este caso, la comunicación del presi- dente en materia internacional pudiera verse desacoplada de la generada en el escenario interno, causando incongruencias frente a distintas audiencias. Mientras en la interna, se cues- tiona una desconexión con asuntos de interés nacional, en las audiencias internacionales, la postura de Gabriel Boric ha ganado varias editoriales favorables. La oposición a menudo encuadra estas intervenciones como un intento de “buscar oxígeno afuera” para compensar las dificultades de la gestión interna, un eco de las “peripecias” que Cristóbal Bellolio describe para esta nueva generación en el poder. Como aproximación crítica, cuando se tiene un discurso moralista, en este caso buscando generar un posicionamiento estratégico de Chile en el escenario internacional como un país que se apega irrestrictamente a valores y principios como los Derechos Humanos, la defensa de la Democracia y el cumplimiento de las reglas establecidas, se debiera apelar a valores morales compartidos, de tal manera de promover un sentido de propósito colectivo entre naciones que comparten

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