En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

Joaquín Pacheco C. 192 cualquiera de nosotros”. En lugar de presentarlo como un conflicto distante para los chilenos, se enmarca como un peligro global: si hoy toleramos que un país invada a otro y viole su soberanía, mañana esa misma lógica podría afectar a cualquier país, incluso a una tan geográficamente distante y políticamente estable como Chile. Desde el punto de vista comunicacional, esta estrategia intenta conectar emocionalmente con el público internacional y nacional, usando el temor compartido, la inseguridad y el quiebre de la soberanía. Se potencia la idea de que defender a Ucrania es también defender un principio universal: ningún país debe ser sometido por la fuerza. En materia interna- cional, este discurso sirve para validar la posición de Chile como defensor del derecho internacional, no solo por solida- ridad, sino también por interés propio. La política exterior de Chile hacia Ucrania se ha mani- festado en acciones, principalmente diplomáticas, aunque con limitaciones claras en el apoyo militar. Chile ha ofrecido contribuir al desminado humanitario en Ucrania, especifi- cando que esta ayuda se realizaría “en la etapa posterior al conflicto”. Esta oferta, si bien es un gesto de solidaridad, ha sido recibida con una mezcla de agradecimiento y solicitudes de mayor inmediatez por parte de Ucrania. El embajador ucraniano, Yurii Diudin, valoró el apoyo humanitario, pero ha solicitado “cosas más prácticas” como equipos de protec- ción, chalecos antibalas, cascos, botiquines y ambulancias. Además, ha instado a Chile a participar en el desminado antes del fin de las hostilidades, apelando a que algunos países euro- peos ya están colaborando en esta misión. Esta discrepancia entre la propuesta chilena y la necesidad ucraniana pone de manifiesto una brecha entre el apoyo simbólico y el práctico.

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