En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric
David Meza Z. 182 la “nueva política exterior” y que no le interesan mucho al magnate estadounidense. El 2 de abril, luego de que el presidente estadounidense Donald Trump anunció una estrepitosa alza de aranceles a la importación, la reacción de Gabriel Boric no tardó. Mediante su cuenta de X dijo: “Todos los países que creemos en el multi- lateralismo, todos los países que creemos en el derecho inter- nacional, todos los países que creemos en la cooperación por sobre la ley del más fuerte, tenemos que estar más unidos que nunca (…) Nadie se salva solo”. Unos días después, descartó aumentar los aranceles a importaciones estadounidenses. La dureza del tono del presidente Boric hacia Estados Unidos alcanzó una nueva cima al desviar la llamada que le hizo el secretario de Estado, Marco Rubio, tras las declara- ciones en la Cuenta Pública respecto a las críticas hacia Israel. Afirmó que “los presidentes hablan con los presidentes y los cancilleres con los cancilleres” y, casi abandonando el proto- colo, agregó que la opinión de la oposición respecto al tema “no le mueven ni un pelo”. Debido al tipo de reacciones que Gabriel Boric ha difun- dido respecto al actuar de Israel, no parece sorpresivo el apoyo que brindó a Irán, después que fueran bombardeados por fuerzas israelíes. No obstante, tiene algo de sorpresivo. Irán es una república islámica teocrática, que oprime a las mujeres y reprime cualquier intento de rebelión al régimen. Gabriel Boric defendió su veloz respuesta: “Los principios nunca son apresurados”. ¿Cuál fue la estrategia comunicacional? Considerando la posición política que tiene Boric desde la época de líder estudiantil, era esperable que como presidente
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