En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

El resultado del proyecto de reforma de pensiones desde la mirada de la... 145 La reforma previsional aprobada en enero de este año no fue solo el resultado de una negociación legislativa, sino también el desenlace de una disputa comunicacional. A lo largo de su discusión, el Gobierno transitó desde una propuesta técnica, transformadora y ambiciosa hacia una versión más acotada, moldeada por la necesidad de articular un relato políticamente viable frente a una ciudadanía frag- mentada, una oposición reticente y una industria previsional activamente presente en el debate público. Este giro quedó plasmado en el cambio de discurso de la ministra Jara, quien encabezó la reforma. Durante las primeras etapas del debate, defendió la eliminación de las AFP y la creación de un inversor estatal como pilares centrales del nuevo sistema previsional. Sin embargo, tras la presión opositora y la tensión mediática, la narrativa inicial se recon- figuró. El discurso pasó de ser confrontacional a uno centrado en la flexibilidad y el consenso, destacando la redistribución del 6 %, la equidad de género y la libertad de elección como elementos comunicacionalmente más eficaces y políticamente sostenibles. Este proceso implicó que medidas estructurales, como la creación de una AFP estatal, quedaran relegadas del texto final. No porque fueran ineficaces, sino porque su despla- zamiento del debate público las volvió menos atractivas en un entorno donde lo simbólicamente poderoso —como la compensación a mujeres o el derecho a elegir— tuvo mayor tracción narrativa. Como argumenta Jesús Martín-Barbero, la política no puede separarse de los marcos culturales y simbólicos que la sostienen. El sistema previsional no se reforma solo desde la eficiencia y lo ideal, sino desde lo que es imaginable, defendible y legítimo para la sociedad. En ese sentido, el

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