En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

Akun Pichunman L. 142 Por otro lado, y en respuesta a las AFP, el Frente Amplio convocó a un volanteo masivo que abarcó a todas las regiones del país. En el frontis de la Universidad de Chile, la presidenta del partido, Constanza Martínez, enfatizó la necesidad de que “la ciudadanía se haga parte” de la discusión y denunció una “campaña del terror” dirigida por las administradoras de pensiones. La movilización fue respaldada por otras fuerzas del oficialismo, como el Partido Comunista, lo que fortaleció la narrativa de un bloque político más amplio defendiendo la reforma. Teniendo en cuenta este episodio, se hace evidente que la reforma previsional no se jugó únicamente en el plano legis- lativo, sino también en el campo simbólico de los medios y la opinión pública. Para el Gobierno, no bastaba con negociar políticamente; debía también disputar el relato hegemónico instalado por actores privados que invirtieron para instalar su postura en el debate público. Éxito de la reforma Finalmente, tras su aprobación, el discurso oficial viró hacia la consolidación de una narrativa de éxito. Jara declaró: “Muchos de los que eran reticentes pasaron al bando de los convencidos de la importancia de mejorar nuestro sistema de pensiones” (Hacienda.cl), y agregó: “Hoy día se aprobó, después de 43 años, una reforma previsional que le cambia la cara a lo que la dictadura hizo en 1981” (Biobío Chile). Estas declaraciones enmarcaron la reforma como un hito histórico, desligándola de tecnicismos y acercándola a una dimensión simbólica de justicia social. Así, el relato evolucionó desde la confrontación con el modelo previsional heredado, pasando por el relato de flexibilidad y negociación, hasta culminar en una narrativa de logro y reparación histórica.

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