En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric
Akun Pichunman L. 140 amenazó con retirar su apoyo a la reforma y acusó al Gobierno de actuar de forma ideológica. El discurso se corrigió rápida- mente, y se anunció que el proyecto del inversor estatal sería presentado por separado. Este retroceso estratégico mostró que ciertos mensajes, aunque coherentes con el proyecto original, no eran sostenibles en el nuevo clima político. Luego de este episodio, el Ejecutivo decidió flexibilizar su posición. Se acordó dividir la cotización adicional: un 4,5% iría a cuentas individuales y un 1,5% al fondo soli- dario. Este giro no fue solo una concesión táctica, sino una forma de asegurar que la reforma siguiera avanzando dentro de los límites de lo políticamente comunicable. El clima de opinión percibido, tanto en el Congreso como en los medios, no favorecía ideas que pudieran interpretarse como riesgosas o tecnocráticas. En este sentido, se impuso una lógica de “lo presentable” ante la ciudadanía. En paralelo, el Gobierno optó por darle relevancia a otros puntos, como la redistribución del 6% de cotización adicional, con foco en compensaciones a mujeres y a traba- jadores con trayectorias laborales discontinuas, lo que fue enmarcado como un acto de justicia intergeneracional y de equidad de género. También se priorizó la libertad de elección entre inversores públicos y privados, lo que permitió al Ejecu- tivo posicionar la reforma como un equilibrio entre transfor- mación y libertad individual. La disputa mediática con las AFP Al mismo tiempo que se negociaba en el Congreso, el Gobierno debió enfrentar una fuerte campaña comunicacional impulsada por la Asociación de AFP. A través de spots televi- sivos, radiales y en redes sociales, las administradoras emitían
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