En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

Antonia Escobar G. 120 Las explicaciones no son suficientes en este agitado esce- nario, sin embargo. Opositoras como la presidenciable UDI Evelyn Matthei declararon como “una pena la falta de visión futura y lo pegado que está en temas que no son prioritarios y que solo les hablan a sus adherentes”, lo que fue la segunda rendición de cuentas ante el Congreso del Mandatario. Una segunda Cuenta Pública marcada por la economía y la segu- ridad y que, en palabras de El Mostrador, en 2023, fue “la menos frenteamplista del presidente Boric”. Se reafirma que la comunicación gubernamental tras- ciende la mera función informativa para volverse performa- tiva y estratégica. Al enfatizar la “estabilización” y el “ordena- miento”, el gobierno busca activamente moldear la percepción de riesgo y oportunidad, intentando transformar la incerti- dumbre en predictibilidad. Este es un esfuerzo deliberado por reconstruir la confianza no solo a través de acciones concretas, sino también mediante una narrativa coherente y tranquili- zadora, especialmente después de un período de alta volati- lidad política y social. La sociedad chilena y los mercados se encontraban sumidos en una crisis de confianza y una incer- tidumbre que exigía estabilidad. El gobierno, consciente de esta realidad, adoptó un discurso de estabilización y ordenamiento macroeconómico. Esta narrativa no solo informaba sobre las medidas adoptadas, sino que buscaba influir directamente en las expectativas y el estado de ánimo del empresariado y de la ciudadanía, con el fin de generar un ambiente de mayor certidumbre y, por ende, fomentar la inversión y el consumo. De esta manera, la comunicación se convirtió en una herramienta estratégica para la gestión de la percepción pública. Para su tercer año de mandato, el presidente aseguraba que “lo más difícil en materia económica ya pasó” y por lo

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