En los bordes de la ilusión. La comunicación política en el gobierno de Gabriel Boric

Dino Pancani C. 12 Este fenómeno transforma el sentido de la comunicación política. El intercambio de ideas, el debate entre actores que disputan poder, e incluso la estrategia de seducción, se ven opacados por la búsqueda frenética de adhesiones instantá- neas. Un “me gusta” manifestado con el dedo índice susti- tuye el análisis, aunque tal preferencia difícilmente se refleje en decisiones electorales concretas. Pero la relación entre la conducta física y psicológica del ser humano con su consumo digital ya no parece importar. Tanto la necesidad de apoyo electoral como virtual se parecen cada vez más a carreras de velocidad, donde apenas termina una, ya ha comenzado la siguiente. En este contexto, la uniformidad de las estrategias comu- nicativas —y, sobre todo, del contenido de la comunicación política— se manifiesta en la reiteración de mensajes dise- ñados para producir una adhesión mecánica y masiva. Frases como “a los delincuentes se les acabó la fiesta” 1 o “vamos a ser unos perros en la persecución de la delincuencia” 2 ejemplifican una forma discursiva que elimina matices ideológicos y diluye trayectorias políticas. Nos sitúan ante un juego de disfraces y simulaciones, donde lo esencial es el impacto inmediato del mensaje, no la sustancia ni su permanencia. Estas expresiones, aunque pretenden mostrar determi- nación frente a la delincuencia, funcionan más como gestos retóricos que como promesas viables. Se afirma que algo suce- derá, pero se desconoce qué, cómo o cuándo. El abordaje profundo del fenómeno delictivo y sus implicancias sociales genera escaso interés en redes sociales, plataformas estructu- radas para premiar el estruendo antes que la reflexión. Es el 1 Ex presidente Sebastián Piñera en su primera campaña presidencial, 2009. 2 Presidente Gabriel Boric, 2022.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=