Historia de la Extensión en la Universidad de Chile 1842-2022. Compromiso con la sociedad

175 tensiones entre modernización, democracia y revolución modernizador estaban puestos en la calidad en la formación docente, la profundización de la investigación aplicada, lo técnico, la formación de posgrado de alto nivel, la educación continua y el refuerzo de las actitudes críticas, las capacidades creativas y la identidad cultural. En este marco, la universidad se presentaba como una entidad apolítica y neutral, capaz de convocar a un público masivo: es siempre limitado el número de personas con formación profesional y técnica de nivel superior que requiere un país para el cumplimiento de las diferentes funciones. En otras palabras, la universidad para todos, en el sentido convencional del ingreso de todos a la universidad es hoy imposible. Distinto es que la universidad llegue a toda la comunidad, que contribuya a crear nuevas formas y tecnologías educativas a todos los ni- veles y que modifique la relación universidad-comunidad, de manera que la comunicación que establezca ya no será con unos pocos centenares de personas en un foro o en una charla, sino con centenares de miles o con millones de chilenos. 413 Este enfoque se apoyaba en la comprensión de la universidad como una entidad conceptual más que tangible, una construcción simbólica inmaterial, ideal, comprometida con la objetividad y la independencia, fundamentada en principios superiores y orientada a la imparcialidad y la modernización. Al respecto, la máxima autoridad universitaria explicaba: Chile vive un proceso cada vez más acelerado de cambio económico, político y social. Existe conciencia colectiva respecto de la necesidad de avanzar con la mayor rapidez hacia formas superiores de convivencia, hacia una sociedad más humana y más justa. Una de las características fundamentales de este proceso es la multiplicidad de respuestas frente a la sociedad que se desea establecer y de los caminos que se estimen legítimos o apropiados para alcanzarla. Consecuencia de ello son frecuentes las si- tuaciones de tensión y de conflicto entre los sectores discrepantes, lo que ha conducido, por desgracia, a un creciente distanciamiento entre los chi- lenos. La existencia simultánea de estas realidades, obliga a la universidad a todo su talento potencial para buscar respuestas nuevas, imaginativas y 413 Boeninger y Arentsen, «Hacia un nuevo modelo», 6–7.