Policy Brief: Rehabilitación en personas tras un ataque cerebrovascular (ACV): Hacia dónde debemos avanzar

6 programas de rehabilitación basados en la evidencia. Este pro- blema ha sido explícitamente señalado como una línea estra- tégica del Plan Nacional de Rehabilitación 2021-2030 (MINSAL, 2022). Comprendiendo sus alcances, implicancias e impacto a nivel sanitario, el ACV forma parte de los objetivos estratégicos de la Estrategia Nacional de Salud para el logro de los Objetivos Sanitarios 2030. En todas estas estrategias, se destaca la importancia de los pro- cesos de rehabilitación en la evolución y manejo de las perso- nas que sufren un ACV, sin embargo, no existen lineamientos específicos para rehabilitación en la etapa crónica, las recomen - daciones para la fase aguda suelen ser limitadas y los recursos son insuficientes (MINSAL, 2013a, 2013b, 2018b). Esto resulta especialmente relevante considerando que según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, un 81,7% de las personas que han sufrido un ACV en Chile presentan secuelas con un nivel de al- teración moderada a severa (MINSAL, 2018a). 4. RECOMENDACIONES PARA LA POLÍTICA PÚBLICA Las recomendaciones que se presentan a continuación están orientadas a articularse dentro de un marco instrumental con- creto que permita su implementación efectiva a nivel nacional. Se propone como eje articulador la elaboración de una guía clínica nacional para la rehabilitación post ACV, en base a la evidencia actual y las necesidades no cubiertas en la atención actual. Estas herramientas permitirían traducir las orientaciones técnicas en lineamientos normativos claros para los servicios de salud y los equipos clínicos en todos los niveles de atención. Para facilitar su incorporación en la planificación sanitaria y la toma de decisiones, las recomendaciones han sido organizadas en cuatro ejes estratégicos: acceso, continuidad de la atención, efectividad de las intervenciones y consideraciones de costos. Cada uno de estos ejes aborda aspectos críticos para garanti- zar una rehabilitación integral, oportuna y sustentable, alineada con los estándares internacionales y las brechas detectadas en el sistema de salud chileno. Acceso Toda persona que haya sufrido un ACV debe acceder tem- pranamente a servicios de rehabilitación, es decir dentro de las primeras 24 horas posteriores al evento, iniciando du- rante la hospitalización y continuando con atención ambu- latoria y seguimiento. Estos servicios deben abordar las se- cuelas motoras, cognitivas, del lenguaje y conductuales, ya que impactan de manera significativa en la calidad de vida y la funcionalidad. Además, debe considerarse la evaluación de la red de apoyo y el entorno físico al que el paciente retornará tras el alta, puesto que ello permitirá intervenir precozmente sobre las barreras y potenciar los facilitadores para el desarrollo pleno del potencial de recuperación fun- cional del paciente. Las personas deben ser atendidas dentro de unidades es- pecializadas en el manejo del ACV (Unidad de tratamiento en Ataque Cerebrovascular, UTAC). Estas unidades proveen monitorización fisiológica básica y rehabilitación precoz e intensiva, las que han demostrado con buena evidencia ser altamente efectivas en prevenir secuelas. Al alta hospitalaria el equipo de rehabilitación debe: i) desa- rrollar junto al paciente y familia/cuidadores un plan com- prehensivo de alta enfocado en sus necesidades específicas y ii) se debe evaluar la necesidad de una visita al hogar para determinar seguridad y provisión de ayudas técnicas. Retorno a la comunidad: i) entrenamiento en estrategias de autogestión para implementar cambios en estilo de vida que reduzca la recurrencia de un nuevo ACV y ayude Fotografía: Profesional de la salud apoyando a un paciente en proceso de rehabilitación física

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