Núcleos I+D+I: Del Estado del Arte a la Agenda Pública
Estudios Interdisciplinarios en Trabajo Social (NEITS) 92 Frente a lo expuesto en los apartados anteriores, es necesario retomar lo que plantea Pires (2019) respecto a la persistencia de la desigualdad social como uno de los desafíos más complejos y estructurales en América Latina. Esta persistencia se expresa también en la forma en que las desigualdades se reproducen dentro de los propios procesos de implementación de programas sociales. Como señalan diversos estudios, esta reproducción ocurre en los espacios donde los profesionales implementadores se ven más desprotegidos. Resulta paradójico, considerando que son justamente los trabajadores de primera línea quienes determinan en gran medida el éxito o fracaso de los programas sociales. Sin embargo, el proceso de implementación no es solo un ámbito de aplicación de políticas, sino también un espacio de creación y transformación, en el que los burócratas de nivel de calle deben lidiar con tensiones y desafíos estructurales (Pires, 2019). Como se sabe, llevar las decisiones del papel a la práctica es un proceso más complejo de lo que parece. Por ello, se requiere mantener un análisis sostenido sobre las acciones que reproducen desigualdades, de modo que la investigación social y las instituciones del Estado puedan nutrirse de herramientas que ayuden a romper estos ciclos (Pires, 2019). A partir del análisis presentado, se proponen las siguientes recomendaciones para la política pública, orientadas a distintos niveles de gestión: al Ministerio de DesarrolloSocial yFamiliaen laplanificación nacional, y a municipios e instituciones comunales en la implementación local. El propósito es fortalecer la coordinación intersectorial, promoviendo un trabajo articulado entre sectores –educación, salud, vivienda, entre otros– y niveles de gestión (nacional, regional y local), con un enfoque interseccional que permita contrarrestar los mecanismos de reproducción de desigualdades. 1. DISEÑOS DE POLÍTICAS PÚBLICAS CON LÓGICAS BOTTOM-UP: Incorporar las iniciativas territoriales en el diseño de políticas públicas, considerando las experiencias de los usuarios, los implementadores y los burócratas de nivel de calle para comprender cómo viven la implementación. Este enfoque supone la participación de actores locales – organizaciones o ciudadanía en general– en las etapas de diseño, de modo que las políticas respondan efectivamente a la realidad del entorno en que se desarrollan (Montecinos, 2021). Acciones específicas: • Conformar grupos de discusión con burócratas de nivel de calle para revisar políticas ministeriales y avanzar hacia métodos inclusivos y participativos que aseguren mayor impacto social. • Realizar cabildos comunitarios con usuarios de programas sociales para detectar y priorizar necesidades, además de evaluar las políticas implementadas a nivel territorial. • Convocar un comité periódico con representación de usuarios y agencias gubernamentales relevantes, encargado de evaluar resultados y sistematizar experiencias, garantizando la pertinencia continua de las políticas públicas. 2. EVALUACIONES INTERMEDIAS DE LOS PROGRAMAS SOCIALES: La evaluación tradicional suele centrarse en los resultados finales. Sin embargo, en territorios complejos, donde los contextos cambian con rapidez, se requieren evaluaciones intermedias que orienten y ajusten la implementación en curso, Recomendaciones específicas para la política pública
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