Núcleos I+D+I: Del Estado del Arte a la Agenda Pública

Diversidad y Género: Abordajes Feministas Interseccionales (DyG) 71 parte de las soluciones (Casen, 2022). En Chile existen antecedentes de respuestas colaborativas entre comunidad y gobierno local. Un ejemplo es el Comedor Solidario Gladys Valenzuela, en la comuna de Lo Prado, impulsado durante la pandemia. El uso de infraestructura escolar permitió entregar diariamente 200 raciones de comida a jóvenes y sus familias, integrando además acciones de salud y apoyo comunitario. Otro caso es el programa “Ollas Comunes” de la Oficina de la Mujer de la Dirección de Desarrollo Comunitario de la comuna de Maipú, que estableció canales de comunicación, diagnósticos, apoyos e intercambio de información entre las ollas comunes y el gobierno local (Fuentes et al., 2022). En ambos casos fue fundamental el reconocimiento de la labor de las mujeres en las iniciativas populares. Estas experiencias ejemplifican caminos colaborativos posibles para enfrentar la inseguridad alimentaria. Recomendaciones específicas para la política pública 1. INFRAESTRUCTURA DISPONIBLE La primera recomendación tiene como público objetivo a las municipalidades (especialmente sus divisiones de salud y educación), a los servicios locales de educación y a las comunidades educativas de las escuelas. Se propone utilizar la infraestructura disponible en los establecimientos públicos –comedores y cocinas– para facilitar la elaboración y distribución de alimentos destinados a la comunidad educativa, integrando esta acción en los instrumentos oficiales de planificación, como los Planes Comunales de Emergencia. Esta medida se ejemplifica en el Comedor Solidario del Liceo Gladys Valenzuela de Lo Prado, que funcionó durante la pandemia del Covid-19. La experiencia permite reconocer diversas condicionantes según el contexto de cada comuna. Ante la falta de personal capacitado y la imposibilidad de contratar, el voluntariado se presenta como una alternativa viable, mientras que la carencia de fondos puede suplirse parcialmente con donaciones, aunque depender de ellas limita la sostenibilidad. Por ello, se sugiere explorar mecanismos de financiamiento público o alianzas con instituciones privadas. Asimismo, la focalización de la ayuda debe definirse de forma colaborativa, entre los actores implicados, considerando información territorial actualizada. El uso de los comedores escolares aborda de mejor forma la inseguridad alimentaria en crisis, ya que son espacios disponibles que cumplen con las condiciones mínimas de infraestructura, higiene y seguridad exigidas por el Ministerio de Educación (Ayuda Mineduc, s. f.). Su aprovechamiento evita la fragmentación de recursos y responde de manera colectiva a una necesidad que las estrategias centradas en el hogar suelen enfrentar con dificultad – por ejemplo, la falta de acceso a gas, agua

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