Núcleos I+D+I: Del Estado del Arte a la Agenda Pública
Diversidad y Género: Abordajes Feministas Interseccionales (DyG) 68 Por último, se recomienda una revisión periódica del currículo y los materiales pedagógicos para detectar sesgos de género y representaciones estereotipadas. El Mineduc debería promover la colaboración con profesionales y organizaciones especializadas en género y educación para fortalecer estos procesos. Referencias bibliográficas » Atli, C. S., & Kokalan Cimrin, F. (2023). A qualitative study of the elements of symbolic violence in official education documents. Journal of Qualitative Research in Education, 33, 249–275. https: //doi.org/10.14689/enad.33.879 » Bourdieu, P. (2007). Efectos de lugar. En La miseria del mundo (pp. 119–124). Fondo de Cultura Económica. » Defensoría de la Niñez. (2024). Documento especializado: Violencia sexual digital contra niños, niñas y adolescentes. » Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores. » Hanisch, C. (1969). The personal is political. En Notes from the Second Year: Women’s Liberation (1970). https: //www.carolhanisch.org/CHwritings/PIP.html » Lamas, M. (1996). El género: La construcción cultural de la diferencia sexual. PUEG / UNAM. » Ministerio de Educación de Chile (Mineduc). (2021). Política de educación con equidad de género. Gobierno de Chile. » Rojas, M., & Maturana, V. (2020). Violencia de género y escuela: Tensiones en la implementación de políticas inclusivas en Chile. Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva, 14(1), 23–42. https: //doi. org/10.4067/S0718-73782020000100023 » Suazo-Galdames, I. C., Saracostti, M., & Chaple-Gil, A. M. (2025). Scientific evidence and public policy: A systematic review of barriers and enablers for evidence- informed decision-making. Frontiers in Communication. https: //doi.org/10.3389/fcomm.2025.1632305 » Lignier, W. (2021). The discovery of symbolic violence: How toddlers learn to prevail with words. Theory, Culture & Society, 22, 246–266 . https: //doi. org/10.1177/146613811987252 con un lenguaje simple, promoviendo la reflexión sobre prácticas cotidianas que reproducen desigualdad, incluyendo el rol de las redes sociales. Según la Defensoría de la Niñez (2023), el 28 % de las niñas y adolescentes declara haber sufrido acoso o rumores sexuales por internet, lo que refuerza la urgencia de abordar este fenómeno. Tercer ciclo: profundizar en el análisis crítico mediante espacios de diálogo y reflexión colectiva. Iniciativas como los encuentros sororos del colectivo La Rebelión del Cuerpo, inspiradas en la idea de que lo personal es político (Hanisch, 1969), pueden servir de modelo para fomentar la conciencia crítica y la acción colectiva. Dialogar sobre las propias experiencias constituye un acto político que permite construir consensos y transformar la realidad Escuelas y colegios, a través de sus equipos de convivencia escolar, tienen un rol protagónico en esta la transformación. Son los principales espacios donde se construyen los significados sociales sobre el género, el poder y las relaciones. Crear talleres y espacios de diálogo entre estudiantes, docentes y comunidades educativas favorece la reflexión colectiva y la construcción de una mirada crítica sobre los estereotipos y las prácticas discriminatorias. Freire (1970) plantea que el aprendizaje se fundamenta en la concientización, entendida como la capacidad de analizar la realidad y transformarlamediante la acción. En ese sentido, las metodologías participativas –círculos de diálogo, debates guiados, proyectos colaborativos o intervenciones artísticas– permiten que los estudiantes se reconozcan como sujetos activos y capaces de cuestionar las desigualdades que atraviesan su entorno escolar y social.
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