Núcleos I+D+I: Del Estado del Arte a la Agenda Pública

Relaciones Socioeconómicas y Luchas Sociales (NURELS) 36 36 Resumen Chile enfrenta una desigualdad estructural: pesea la reducciónde lapobrezamonetaria, persiste un régimen laboral que restringe la negociación colectiva al nivel de empresa, debilita la organización sindical y limita la participación de los trabajadores en la distribución de la riqueza. Este arreglo, heredado del Plan Laboral de 1979, se traduce en una tasa de sindicalización de 19,3 % y una cobertura de negociación cercana al 13 % de los asalariados, configurando asimetrías de poder que reducen el margen de maniobra salarial y perpetúan las brechas productivas y distributivas. Se propone adoptar gradualmente la Negociación Colectiva Ramal (NCR) para fortalecer el poder asociativo y estructural del trabajo, optimizar la fijación salarial y promover una distribución más equitativa del excedente. La evidencia comparada muestra que la NCR amplía la cobertura, mejora los salarios y refuerza el diálogo social tripartito. En síntesis, se sugieren reformas legales que habiliten la negociación multinivel, la creación de consejos sectoriales tripartitos y el fomento de la sindicalización. Avanzar hacia laNCR no constituye solo una reforma laboral, sino una estrategia de transformación estructural orientada a una sociedad más justa. Problema que busca abordar Chile enfrenta una paradoja persistente: ha logrado reducir la pobreza por ingresos, pero mantiene niveles de desigualdad entre los más altos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según datos recientes, el país presenta un coeficiente de Gini de 0,44 al año 2022, lo que lo ubica entre los países más desiguales del bloque (Durán & Kremerman, 2024). Aunque el Banco Mundial clasifica al país como de ingresos “altos”, esta categoría no refleja las profundas brechas internas. De acuerdo con la Comisión de la Pobreza (2025), la tasa de pobreza monetaria alcanza el 22,3 % de la población, mientras que la pobreza multidimensional afecta al 24,6 %. Este último indicador es especialmente revelador, pues incorpora dimensiones como salud, educación, vivienda y calidad del empleo. De hecho, este último es el ámbito con mayor nivel de privación entre los veinte considerados, lo que evidencia que los avances en crecimiento económico no se han traducido en una distribución equitativa de la riqueza ni en un bienestar compartido (Comisión de Pobreza, 2025; PNUD, 2022). El mercado laboral chileno se caracteriza por bajos salarios: la mediana del ingreso líquido mensual en la ocupación principal es de $612.000, lo que implica que la mitad de los trabajadores percibe menos que esa Negociación Colectiva Ramal: herramienta clave para la justicia distributiva de la riqueza producida Autores: Constanza Ávila Norambuena, Paulina Huenulef Garcés, Isidora Riffo Morales y Martina Olivares Alarcón.

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