Discapacidad y luchas politicas. Narrativas de activistas en Chile
36 Capítulo 02 Este espacio se transformó en una familia, la tribu, un piño, un clan. El objetivo de Libremente fue conversar con los otros, buscar a los otros, conocer qué hacían, qué pensaban. En este proceso me terminé de desmedicalizar, fue un tema que quise compartir, y tomé la decisión de hacer activismo sobre la liberación de la psiquiatría y sus drogas. Hasta entonces, no había muchas perso- nas con la experiencia de la desmedicalización, algunas lo habían intentado, pero se mantenían con algún “medicamento”, especial- mente por la adicción. La desmedicalización es muy relevante para este movimiento porque implica develar que los llamados fárma- cos psiquiátricos son drogas que te intoxican, que nada tienen que ver con la medicina basada en la evidencia que respalda el mundo biomédico. Su evidencia, por decir poco, es muy controversial. Más adelante retomaremos este tema. Llevábamos un tiempo como colectivo y hubo una conmemora- ción en Estados Unidos por la muerte de Leonard Roy Frank, quien vivió procesos de psiquiatrización y tortura con electroshock . La ola de protesta llegó hasta nosotros. Hicimos la primera manifes- tación contra el electroshock y empezamos a investigar cómo era ese sistema de “tratamiento”, y se transformó en una campaña permanente de Libremente. Cuando comenzamos no conocíamos la historia del orgullo loco gringo, no fue nuestro referente. Nuestro movimiento por el orgullo loco emergió de nuestra propia discusión sobre la locura. Nuestro referente fue el orgullo gay, pensamos en la marcha del orgullo loco desde la similitud con la marcha del or- gullo gay, porque conocimos personas que fueron psiquiatrizadas por su disidencia sexual. El hilo conductor es claro: la homosexua- lidad fue considerada enfermedad mental y, cuando la sacaron del manual de diagnóstico, automáticamente se “sanó” a millones de seres humanos en el mundo, y el movimiento de la diversidad se- xual se levantó desde el orgullo y la despatologización. Lo mismo es la locura, que no es una enfermedad mental y estamos orgullo- sos de ser locos o locas. En el grupo se dio el reconocimiento de la diversidad y el orgullo loco; y decidimos llevarlo al espacio público,
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