Ars Moriendi: reflexiones en torno a la muerte

20 existe evidencia de los desafíos de poner en práctica la filosofía de Cecily Saunders (Haraldsdottir, 2007), en ella se da cuenta de la tremenda complejidad que implica dar cuidados pertinentes y oportunos centrados en las personas en fin de vida. Segundo, tanto en el mundo como en Chile, la pandemia de COVID-19 aceleró cambios en muchas áreas de la sociedad. En particular, el informe publicado por la Co- misión Lancet en el año 2022 (Sallnow et al.) exhibe los desafíos globales para hablar de la muerte, mostrando la importancia de iniciar conversaciones sobre el fin de vida entre profesionales de la salud, pacientes, familiares y la sociedad civil. La incorporación de la sociedad civil se considera clave desde fines de los años 90, en donde se comienza a instalar más fuertemente la importancia de la “buena muerte” (Archibald et al., 2016; Karapliagou et al., 2018; Kellehear, 2004). Esto marcaría la instalación del “discurso de la buena muerte”, globalmente incorporado en la filosofía de los cuidados paliativos. Si bien la noción de “buena muerte” puede ser diversa e influenciada por de - safíos sociopolíticos (Collier & Chapman, 2023), promueve valores como el respeto, el cuidado, el “estar presente” (compañía), la espiritualidad, la compasión y, aún más importante, evita el uso de tratamientos fútiles que prolonguen innecesariamente el fin de vida mientras incluye al paciente y su entorno activamente en el cuidado y la toma de decisiones (Borgstrom, 2020; Collier & Chapman, 2023; Faull, 2012; Mallia, 2022). Estas ideas desafían lo que en concreto se puede realizar en la práctica con los recursos con los que se cuenta, tanto en conocimiento (Gallastegui-Braña et al., 2022) como en las tensiones propias de la práctica en fin de vida. A saber, hay evidencia de la tensión que puede existir entre un fin de vida sin dolor versus las expectativas de la familia, en el que esperan tener la posibilidad de comunicarse hasta el final con su familiar y en donde, a menudo, los medicamentos que controlan el dolor pueden provocar somnolencia o disminución de la consciencia (Hopeck, 2018; Hudson et al., 2021). Por tanto, el equipo de fin de vida que cuida puede proponer priorizar el ma - nejo del dolor sobre mantener la persona consciente hasta el momento de morir. Si bien las tensiones en las decisiones en fin de vida no son el foco de este escrito, me parece importante puntualizar que tensiones como estas requieren ser negociadas entre todos los involucrados en la interacción en un intento de traer el “discurso de la buena muerte” a la “práctica de la buena muerte”. REFLEXIONES FINALES Siguiendo la línea de Philippe Ariès sobre cómo ha cambiado en la historia la ac - titud hacia la muerte en Occidente, es posible considerar lo que, para fines explicativos, se ha nombrado como “la muerte oculta” y posteriormente “la buena muerte” para

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