Libro de Actas. 2° Congreso de Educación y Pedagogía

Libro de Actas 2° Congreso de Educación y Pedagogía de la Universidad de Chile. CEDUP 2025 Santiago, Chile 15-17 enero 2025 304 Josefa es una joven que creció en el campo al sur de Chile y como ella misma relata: “Al intentar responder una pregunta sobre las y los docentes que habían marcado mi trayectoria y frente a lo poco relevantes que me parecían (en aquel entonces) los profesores de mi historia escolar, dejé fluir un relato y escribí lo siguiente: Mi primera escuela fue mi casa, donde aprendí a leer y a escribir con mi mamá; (…) Lo poco que sabía, me lo enseñó.(…) Todo lo que soy es por influencia de ella, no solo como mi madre sino también como mi primera profesora. Ella, una mujer (…) que fue capaz de enseñar, que vio mis ganas de aprender y se dio el trabajo de enseñarme con paciencia y calma. Ella, mi primera maestra, es la primera imagen que se me viene a la cabeza (…) y esto no es gratuito, es probablemente la versión más natural del aprender, donde el a dulto establece un vínculo educativo con el más joven.” (Comunicación personal, s.f.) La posibilidad de recordar a las personas que han estado presentes en su educación y de relatar lo vivido, permite a Josefa reencontrarse con su madre, su primera maestra; mujer generosa, paciente y calmada, representa cualidades que la profesora en formación valora y le hacen pensar sobre el significado del aprendizaje en el cotidiano. Se trata de una reflexión densa provocada en un espacio formativo que tiene como perspectiva la pedagogía narrativa. Al mismo tiempo, un enfoque metodológico narrativo, porque narrar es un modo pausado de preguntarse por lo vivido, por lo que se vive y de mantener la pregunta más tiempo (Contreras, 2016). Josefa continúa su relato de esta manera: (…) En aquel fragmento escrito durante mis primeras aproximaciones a la pedagogía, detecto ahora un dejo de menosprecio hacia aquella instancia educativa que no estaba enmarcada dentro de la formalidad de la Escuela, cuando señalo, por ejemplo, que “lo poco que sabía, me lo enseñó”. ¿Era realmente poco? ¿acaso en realidad me enseñó todo lo que sabía? ¿Será que, al enseñarme a leer y escribir, la base de la cultura educativa occidental me dio aún más? ¿Será quizás, que, en aquel acto desinteresado y amoroso, me mostró la esencia del Educar? Educar, acto que te permite dar todo lo que tienes sin perder nada, que mientras más das, más ganas. Acto que te permite amar a aquel que crece y crecer juntos. (Comunicación personal, s.f.)