Libro de Actas. 2° Congreso de Educación y Pedagogía

Libro de Actas 2° Congreso de Educación y Pedagogía de la Universidad de Chile. CEDUP 2025 Santiago, Chile 15-17 enero 2025 259 las ganancias, se implementa mediante la reestructuración productiva y el ataque a los sindicatos. De este modo, el endeudamiento sustituye la garantía estatal de derechos, naturalizando la precarización. El neoliberalismo justifica esta dinámica al argumentar la inviabilidad fiscal del Estado de bienestar. Los individuos nacen bajo una "deuda original", similar al pecado original, que los obliga a autofinanciar su existencia. Así, el Estado se concibe como una empresa que gestiona recursos escasos, mientras los ciudadanos son vistos como gastos, no como sujetos de derechos. El concepto de capital humano, promovido por teóricos neoliberales, reduce el valor humano a un conjunto de habilidades y competencias valorables en el mercado. Bajo esta lógica, la educación superior se justifica como inversión privada, cuyo retorno depende del éxito económico individual. Sin embargo, esta visión ignora factores estructurales (desigualdad, capital simbólico) y deshumaniza al sujeto. Para Marx (2005), el crédito aliena al deudor, transformando su existencia en garantía financiera. La confianza entre acreedor y deudor es una ficción que oculta relaciones de poder y coerción. Para Lazzarato (2013), la deuda captura la totalidad de la vida, explotando no solo el trabajo, sino la dimensión ética y la subjetividad. Friedman (2015) sostiene que la educación profesional es una inversión análoga a la compra de maquinaria, ignorando su dimensión social. Esta visión, deshumaniza al estudiante, reduciendo su proyecto vital a una ecuación costo-beneficio. El sistema educativo, al priorizar la formación de "capital humano", fomenta una subjetividad endeudada: los individuos internalizan la responsabilidad individual por su éxito/fracaso, mientras el mercado laboral ofrece empleos precarios y salarios insuficientes para saldar deudas. Esto genera ciclos de autoexplotación, ansiedad y depreciación del valor existencial. Implementado en 2005, el CAE ejemplifica la mercantilización de la educación superior. Al transferir su financiamiento a la banca privada, se convirtió en un negocio que beneficia a instituciones financieras y universidades, bajo la promesa de movilidad social. No obstante, los resultados contradicen las expectativas: a) Precarización masiva: Aumento de profesionales en desempleo o empleos informales. b) Morosidad y carga generacional: La deuda hipoteca el futuro de jóvenes, limitando su autonomía. c) Fracaso del "retorno

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