Sequía y escasez hídrica: mejoras institucionales y regulatorias en materia de aguas
18 Págs. 3 - 28 C apítulo I: M edio ambiente y derechos humanos ANDRÉS PINTO ESPINOSA que son parte de una sociedad, sino que definitivamente tomar la postura de ser una especie en un sistema mayor. Desde este punto de partida, a la configuración del paradigma ecocen- trista sumaría elementos para configurar una ética ambiental de la autocon- templación, la cual nos permita mirarnos a nosotros mismos como parte de la naturaleza, pero ya no bajo la exclusiva lógica de lo que se nos permite hacer por el hecho de ser naturaleza, sino que, a la vez, asumiendo los lími- tes y responsabilidades que eso conlleva. Estos límites no tendrían que ser otros que los que nosotros mismos hemos aplicado y controlado en relación al resto de las especies y ecosistemas para asegurar su salud y viabilidad. De esta forma, una ética autocontemplativa de nuestra condición de especie nos haría entrar a una posición bastante incomoda, abandonando nuestra zona de confort y de privilegio respecto al resto del planeta, te- niendo que asumir desafíos que hoy en día, bajo la lógica antropocentrista de ser los únicos seres imbuidos de dignidad, nos parecen tabúes y que atentan contra nuestra propia esencia. Así, temas como la sobrepoblación humana, la explotación de recursos naturales para nuestro beneficio o el uso exclusivo de elementos presentes en la naturaleza, como el agua, en- trarían en crisis. De esta forma una ética de la autocontemplación tendría, entre alguna de sus características: – Ser una ética ecocéntrica. – Ser una ética que aplicaría las mismas formas y herramientas que hemos desarrollado para entender, estudiar y manejar al resto de las especies frente a problemas ecológicos, para ser aplicadas a nuestra propia especie. – Abandonar el espacio de confort y privilegio de nuestra especie. – Considerar siempre las necesidades y derechos de otras especies o ecosistemas a usar un espacio compartido y los elementos que este dispone, para el resguardo de su propia dignidad, sin por ello aban- donar nuestra propia dignidad. – Reflexionar al por qué y cómo, siendo seres humanos, somos par- te de la naturaleza, intentando definir cuál es nuestro rol, nuestra responsabilidad, nuestro espacio y lugar determinado en los ciclos naturales y en los diferentes ecosistemas.
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