Sequía y escasez hídrica: mejoras institucionales y regulatorias en materia de aguas

14 Págs. 3 - 28 C apítulo I: M edio ambiente y derechos humanos ANDRÉS PINTO ESPINOSA como animales superiores o cercanos a nosotros, tales como los chimpan- cés, ya que no habría razón alguna para detener la extensión de lo valioso solo a lo humano, bajo el entendido de que estos animales están demasiado cercanos a nuestra propia realidad. Sin embargo, una vez que cruzamos el umbral hacia los animales superiores, nada nos limitaría a no considerar moralmente al resto de los animales, lo que finalmente supone un extensio- nismo de la consideración moral humana hacia otros seres 30 . Esta base es la que desarrolla, entre otros, S inger , al señalar que: “Todos los animales son iguales, o porque el principio ético que fundamenta la igualdad entre humanos exige que también extendamos la igualdad a los animales” 31 . Sin embargo, restringir la consideración moral exclusivamente hacia los animales, según R olston III, estaría lejos de cimentar una verdade- ra ética ambiental, y solo debiese considerarse, a lo más, como una ética de los mamíferos, teniendo una fuerte base semiantropocéntrica 32 . En tal sentido, el mismo autor entabla una reflexión que evalúa la consideración moral más allá de los animales, dando paso a los organismos y luego a una mirada de especie. Por último, desarrolla su propuesta, basado en una mirada ecosistémica. Lo que propone es abandonar la consideración individual de los orga- nismos, y entender que todo tiene una interrelación, por lo que el valor está basado en la existencia y proyección de esa interrelación y no en el solo hecho de que algo esté vivo o sufra 33 . En esta misma línea, L eopold , en su artículo “La ética de la tierra”, señala que: “Algo es correcto cuando tiende a preservar la integridad, la estabilidad y la belleza de la comunidad biótica; es incorrecto cuando tiende a lo contrario” 34 . Es desde estos cimientos que, finalmente, la ética ambiental ha buscado establecer líneas de pensamiento más holísticas, en donde el mismo R ols - 30 Ídem. 31 S inger (1999), p. 37. 32 R olston (2004), p. 70. 33 R olston (2004), pp. 71 y 72. 34 L eopold (2004), p. 43.

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