Sequía y escasez hídrica: mejoras institucionales y regulatorias en materia de aguas

395 13. PREPARAR EL RACIONAMIENTO, RESPONSABILIDAD IMPOSTERGABLE... Págs. 381 - 414 C apítulo IV: L ecciones comparadas sobre la regulación de las aguas ción de aguas lluvias 35 . La regularidad climatológica de las precipitacio- nes en la región y el tamaño relativo de la población del Cabo se ajustaron naturalmente por años, hasta que los efectos progresivos del cambio cli- mático se aunaron a una falta de previsión notable de sus autoridades, quienes descuidaron la planificación de obras de acopio o de conducción que hubieran retrasado o evitado el racionamiento. Llegada la crisis y con una anticipación de cuatro meses a lo menos, el gobierno de la época puso en alerta a la población y comunicó con preci- sión la fecha de corte total de suministro –a la que llamó Día Cero– si sus habitantes no reducían drásticamente el consumo. La población respondió y redujo su consumo a la mitad; en tanto, el sector industrial cedió sus de- rechos de uso de agua o tuvo que ver limitadas sus extracciones para abas- tecer durante un mes el consumo prioritario de la ciudad, en la esperanza de que el invierno aportare precipitaciones que redujeren el déficit. El Día Cero se fue aplazando hasta que el gobierno de la ciudad pudo anunciar que se había conseguido evitar la catástrofe. En el caso sudafricano resultan especialmente destacables dos aspec- tos: la anticipada, precisa y consistente información proporcionada por el gobierno y las medidas regulatorias que empleó, por una parte, y, por otra, la importancia del involucramiento ciudadano en las campañas y medidas de reducción de consumo. Sobre lo primero, el gobierno municipal no solo mantuvo alerta e informada permanentemente a la población, sino que la conminó a reducir el consumo con medidas restrictivas y coerciti- vas, como restringir el consumo promedio personal a cincuenta litros al día; imponer la obligación de instalar o cambiar medidores de consumo de agua bajo apercibimiento de multas elevadas; modificar al alza las tarifas y prohibir una serie de actividades de consumo superfluo, como el lavado de autos y el riego de jardines, también bajo apercibimiento de multas cuantiosas. En relación con lo segundo, resulta aleccionadora la respuesta de las mismas organizaciones de consumidores, como SA Water Chamber y de asociaciones ad hoc como Water Shortage South Africa, que lideraron iniciativas dirigidas a rebajar el consumo, redistri- buir derechos de uso de aguas de manera voluntaria o inducida por las autoridades y apoyaron resueltamente diversas y creativas campañas de concientización de la ciudadanía sobre la necesidad de reducir el consu- 35 D u P reez y V an H uyssteen (2020), passim.

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