Política y sociedad en Chile 2023-2024

Manuel Antonio Garretón y Silvia Lamadrid (Coords.) - 94 - de derecha, a los republicanos. Los votos por republicanos en la elección de consejeros prácticamente doblan a los votos por la derecha tradicional, cosa que no ocurre en las comunas ricas donde hay más preferencia para la derecha tradicional. ¿Significa eso que los sectores populares apolíticos prefieren la derecha, específicamente la derecha extrema? Algo así pareciera estar ocurriendo, puesto que se hace evidente que las preferencias de los sectores populares apolíticos, que antes no votaban, es distinta a la de los sectores populares que regularmente participaban en elecciones. Contrasta este comportamiento con lo que ocurre en las comunas ricas, pues ahí no hay prácticamente variaciones. La obligatoriedad del voto con inscripción automática no produce ninguna alteración en el comportamiento electoral. Los ricos, como de costumbre, participan masivamente en las elec- ciones y también abrumadoramente votan por las opciones de derecha. Puede resultar provocativo, pero al parecer existe una clara “conciencia de clase” en- tre los ricos que los hace reconocer un interés y proyecto homogéneo y actuar políticamente. Aunque, en todo caso, es necesario considerar que los ricos son muy pocos y no deciden con sus votos una elección. Pero volvamos a los orígenes. Estamos actualmente ante una sociedad de masa, altamente atomizada, en la que los sujetos no están en condiciones de generalizar y organizar sus intereses y perspectivas en relación con el orden político en que están inmersos. En tal situación, el apoliticismo tiende a ge- neralizarse, aunque su apreciación visible directa solo se obtiene observando a quienes no participan en una determinación electoral, sea porque no se ins- criben (cuando la inscripción es voluntaria), se abstiene de votar o votan nulo o blanco. Pero resulta mucho más difícil calcular cuál es la proporción de ciudadanos que son apolíticos y sin embargo concurren a votar por alguna de las opciones en juego. Un indicador del hecho de que muchos apolíticos concurren a votar sim- plemente por temor a la sanción que podrían sufrir si no lo hacen, se puede apreciar en el fuerte aumento que experimentó la abstención cuando se proce- dió al experimento de establecer la inscripción automática con voto volunta- rio. La abstención, que con voto obligatorio fue 18,6 % en las municipales de 2008 y 12,8 % en las presidenciales de 2009, pasó a ser 59,1 % en las munici- pales de 2012 y 58,9 % en las presidenciales de 2013. El aumento fue tan alto en las abstenciones que superó con creces el haber inscrito automáticamente a los que anteriormente eran renuentes a hacer el trámite. Por otra parte, la variabilidad rápida de las opciones escogidas constituye también un buen indicador de apoliticismo, dado que indica la debilidad de las adhesiones a ciertas orientaciones que permiten un rápido cambio. Natu-

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