Política y sociedad en Chile 2023-2024

Manuel Antonio Garretón y Silvia Lamadrid (Coords.) - 88 - Hay quienes consideran que las sociedades entraron en un cierto vértigo de cambios, una velocidad de transformaciones en constante aceleración. No solo se trataría de ciencia y tecnología, sino que los valores, las orientaciones del comportamiento, parecieran estar experimentando cambios importantes. Es posible, pues al menos resultan novedosos los giros que se han producido en el lenguaje y la hegemonía que adquieren ciertas orientaciones éticas que hace pocas décadas eran impensables. Eso también es parte del orden y la disputa por el orden. Algo puede estar pasando mismamente aquí y ahora respecto a la recuperación del orden. Por otra parte, más allá de discusiones teóricas, al parecer el sentido común tiende a considerar que la seguridad es la razón de ser del Estado, de manera que la continua referencia que se hace respecto de que el Estado (sus fun- cionarios) no puede entrar en ciertos lugares y garantizar la seguridad de sus habitantes, se puede leer como que el Estado ahí no existe, que está limitado y que puede estarlo cada vez más. Dada la afirmación inicial de que no puede haber vida social sin orden, habría que considerar que en esos lugares, donde no puede entrar el Estado, hay un orden que es garantizado por la fuerza de los dominantes en esos territorios. Este es otro argumento que en el terreno político puede aprovechar un nacionalismo bastante dejado de la mano por las izquierdas, mientras que las derechas ondean banderas chilenas en todas las manos. Para los que no creen en la Divina Providencia ni en el Destino, el futuro resulta simplemente azaroso. Para los doctores en Ciencias Sociales se trata de un misterio, sobre el cual no hay que arriesgar hipótesis ni mucho menos apuestas en metálico. Simplemente que cada cual especule como le parezca y se atenga a las consecuencias. Publicado en El Mostrador 19 de abril de 2024

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