Política y sociedad en Chile 2023-2024
Manuel Antonio Garretón y Silvia Lamadrid (Coords.) - 80 - Finalmente, la pérdida del sentido de comunidad y la desconfianza so- cial parecen mantenerse invariablemente en altos niveles a lo largo de todo el período que estamos estudiando (ver figura 2), al punto de que uno de los mayores atractivos que tuvo para muchas personas (especialmente las más le- janas a la participación política) el estallido social de 2019 fue recuperar una sensación de comunidad expresada en la frase “estábamos todos en lo mismo y unidos”, que nos señala la mayor parte de las personas participantes en dicho evento que hemos entrevistado. En suma: el contenido subjetivo del malestar del año 1998 parece estar igual o haberse profundizado. ¿Qué ha cambiado entonces? Como es eviden- te, el malestar dejó de ser pasivo políticamente, expresándose en numerosas protestas, especialmente a lo largo de la segunda década del siglo XXI. Ade- más, sufrió un proceso de colectivización. Tal como nos han dicho muchas personas participantes del estallido social: “nos dimos cuenta de que todos teníamos los mismos problemas”. Figura 2. Confianza interpersonal, serie encuestas MORI. Por otro lado, las personas reconocen con claridad que Chile no es el país económicamente pujante que fue a finales de la década de los 90 del siglo pasado. Haciendo eco en forma muy precisa de los datos del Banco Mundial que muestran que el PIB per cápita de Chile no ha crecido desde el año 2013 (sumando 10 años de estancamiento, luego de muchos años de crecimiento ininterrumpido), a partir de 2014 las personas son cada vez más pesimistas respecto de la evolución de la economía del país (ver figura 3).
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